Aceites Microbianos Desafían la Hegemonía del Aceite de Palma en Sostenibilidad

La continua dependencia mundial del aceite de palma, un factor asociado a riesgos de deforestación en ecosistemas sensibles, está impulsando la investigación y el desarrollo de alternativas sostenibles. Esta presión ambiental fomenta la búsqueda de sustitutos que mantengan la funcionalidad técnica del aceite tropical, pero con una menor huella ecológica. Los aceites derivados de microorganismos, específicamente levaduras o microalgas, se perfilan como contendientes serios, exhibiendo perfiles de lípidos que igualan la versatilidad del aceite de palma, particularmente en el segmento de grasas especializadas.

La optimización biotecnológica está activa, con investigadores centrados en cepas como la levadura *Metschnikowia pulcherrima* para generar aceites aptos para la industria cosmética, con planes de incursión en el sector alimentario a corto plazo. En los Países Bajos, la empresa NoPalm Ingredients, fundada en 2021, está avanzando en la transición industrial mediante la inauguración de una planta de demostración en Wageningen. Esta instalación utilizará levaduras no modificadas genéticamente (no-GMO) para convertir subproductos agrícolas en aceites de levadura catalogados como 'drop-in', es decir, sustitutos directos. NoPalm Ingredients ya ha escalado la fermentación de estos aceites y grasas derivados de corrientes secundarias de la industria alimentaria hasta un volumen industrial de 120,000 litros, con el objetivo de alcanzar la paridad de precio con el aceite de palma.

Paralelamente, en Estados Unidos, Checkerspot, con sede en California, ha desarrollado una alternativa basada en la microalga *Prototheca moriformis*. Este aceite algal ha mostrado un perfil de ácidos grasos comparable al aceite de palma de alto contenido oleico, incluso superándolo con un 55-57% de ácido oleico frente al 49% del estándar de palma alto oleico, manteniendo un nivel de ácido palmítico similar (30-32%). Checkerspot empleó técnicas clásicas de mejora de cepas, como la mutagénesis química, para optimizar la composición, logrando un rendimiento de aceite de casi el 70% del peso celular seco, un avance publicado en la revista *Fermentation*. Este método no-GMO facilita el camino regulatorio y amplía el mercado potencial.

Las implicaciones ambientales de estas soluciones microbianas son significativas, ofreciendo reducciones potenciales de hasta el 95% en las emisiones de CO2 y una disminución drástica en el uso de suelo en comparación con el cultivo de palma o soja. La producción de aceite de palma ha sido responsable de aproximadamente el 2.3% de la deforestación tropical global, según datos de la Comisión Europea. Al evitar la agricultura convencional, firmas como Checkerspot y NoPalm Ingredients, esta última buscando reducir el uso de tierra en un 99%, abordan directamente la vulnerabilidad de las cadenas de suministro tropicales y la pérdida de biodiversidad, un problema crítico en el mayor productor mundial, Indonesia.

No obstante, el obstáculo principal para el desplazamiento masivo en el mercado reside en la capacidad de estos aceites microbianos para replicar la eficiencia de volumen y el bajo costo que actualmente ofrece el aceite de palma, una materia prima indispensable para millones de personas y que representa el 68% de su uso en productos alimenticios. La meta de la industria de aceites alternativos, que ya observa un fuerte interés en el sector de cuidado personal por su mayor disposición a pagar precios premium, es superar esta barrera económica para lograr una adopción generalizada en el sector alimentario.