Viña VIK de Chile: Coronada como la Mejor Bodega del Mundo 2025

La prestigiosa Viña VIK, enclavada en el Valle de Millahue, Chile, ha sido oficialmente distinguida con el título de «La Mejor Bodega del Mundo 2025» (The World's Best Vineyard 2025). Este anuncio trascendental tuvo lugar el 19 de noviembre de 2025, durante una ceremonia celebrada en Margaret River, Australia Occidental. El galardón, que cuenta con el patrocinio de Resy & Tock, sitúa a la viticultura chilena en el epicentro del panorama enológico global.

Este reconocimiento subraya la exitosa confluencia de la investigación científica rigurosa, un diseño arquitectónico vanguardista y un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. La gestación de este viñedo comenzó en 2004, cuando los visionarios empresarios noruegos Alexander y Carrie Vik emprendieron una búsqueda exhaustiva de dos años para identificar el terruño perfecto. El predio abarca una vasta extensión de 4450 hectáreas, si bien solo una fracción está dedicada al cultivo de la vid.

El Valle de Millahue, conocido históricamente por el pueblo Mapuche como el «Lugar de Oro», presenta una orografía compleja. Alberga 12 sub-valles distintos, cada uno con su propio microclima. Esta diversidad geográfica es precisamente lo que confiere a sus vinos una estructura y una frescura singulares, elementos muy valorados por los conocedores internacionales.

La trayectoria de VIK en este ranking ha sido meteórica. Desde la inauguración del concurso en 2019, la bodega ha escalado posiciones constantemente: alcanzó el tercer puesto en 2023 y el segundo lugar en 2024, culminando este año con la máxima distinción. La arquitectura del complejo es una obra maestra, concebida por el arquitecto chileno Smiljan Radić en colaboración con Loreto Lyon.

Un aspecto fundamental del diseño es su integración subterránea. Gran parte de la bodega se encuentra bajo tierra, aprovechando el aislamiento natural para mantener una temperatura constante y óptima de 57 grados Fahrenheit. Esta estructura está coronada por una cubierta escultórica, translúcida, hecha de titanio bronceado, que evoca la imagen de un ala blanca flotando sobre el edificio, un verdadero hito visual.

La filosofía operativa de VIK está cimentada en la responsabilidad ecológica. Esto implica la protección activa de grandes extensiones de territorio virgen y la implementación de sistemas innovadores como Barroir. Este sistema representa un enfoque distintivo en la crianza, donde las barricas se elaboran utilizando madera de roble cosechada dentro de la propia propiedad. El objetivo es que los vinos encapsulen verdaderamente la esencia del bosque circundante. Este énfasis en la armonía entre la construcción, la naturaleza y la vinificación fue un factor clave para el jurado, compuesto por más de 700 expertos de todo el mundo.

El triunfo de Viña VIK no es un hecho aislado, sino un reflejo del ascenso del enoturismo chileno. Este año, seis bodegas chilenas lograron ubicarse entre las 50 mejores a nivel mundial. Esto confirma una tendencia global: el consumidor busca experiencias vinícolas integrales que fusionen el arte, la aventura y la excelencia del producto, consolidando a Chile como un destino enológico de primer orden.