Ucrania Cede en Ingreso a OTAN a Cambio de Garantías de Seguridad en Cumbre de Berlín

Intensas jornadas diplomáticas concluyeron en la Cancillería de Berlín el lunes 15 de diciembre de 2025, enfocadas en la materialización de un plan de paz impulsado por Estados Unidos para finalizar el conflicto bélico antes del fin de 2025. Las delegaciones de Estados Unidos y Ucrania mantuvieron conversaciones que se extendieron por más de cinco horas el domingo 14 de diciembre, estableciendo las bases para un acuerdo que implica un cambio estratégico para Kiev. El canciller alemán, Friedrich Merz, anfitrión de las negociaciones, calificó la oferta estadounidense como "verdaderamente notable" y un "paso adelante muy importante", indicando la creación de una "oportunidad para un real proceso de paz".

El desarrollo más significativo de estas discusiones fue la señal de disposición del presidente ucraniano, Volodímir Zelenskyy, para posponer la aspiración de adhesión a la OTAN. A cambio, Ucrania busca establecer pactos de seguridad bilaterales sólidos, inspirados en el Artículo 5 de la Alianza Atlántica, con el respaldo de Washington, Canadá y Japón. Zelenskyy subrayó que esta renuncia a la membresía de la OTAN constituye una concesión sustancial por parte de Ucrania, aunque reafirmó que cualquier acuerdo debe fundamentarse en las líneas del frente actuales, excluyendo cesiones territoriales. Las conversaciones también lograron avances respecto al uso de los activos rusos congelados, un punto esencial para la reconstrucción posguerra.

El plan de paz en discusión se ha consolidado en una versión de 20 puntos, reducida desde un borrador inicial de 28, reflejando el intenso trabajo diplomático que involucró a figuras como el enviado especial de EE. UU., Steve Witkoff, y Jared Kushner. El presidente Donald Trump declaró desde la Casa Blanca que la paz se encuentra "más cerca que nunca", reconociendo la dificultad de las negociaciones. Paralelamente, se abordó el compromiso ucraniano de mantener una fuerza militar en tiempos de paz de 800.000 efectivos, un dato clave en la arquitectura de las nuevas garantías de seguridad. La dimensión europea del acuerdo se formalizó con el compromiso de líderes como Donald Tusk de Polonia, Emmanuel Macron de Francia, Keir Starmer del Reino Unido, y Giorgia Meloni de Italia, quienes se unieron a una cumbre posterior.

Estos líderes europeos, junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la cúpula de la OTAN, anunciaron la formación de una "fuerza multinacional" liderada por Europa, con apoyo logístico y de seguridad de Estados Unidos. Esta coalición de voluntarios se encargaría de apoyar la reconstrucción de las fuerzas ucranianas, asegurar el espacio aéreo y marítimo, y potencialmente operar dentro del territorio ucraniano tras un alto el fuego. Sin embargo, el principal obstáculo persiste en la soberanía territorial, donde las posturas de Kiev y Moscú se mantienen divergentes, según confirmó Zelenskyy. El experto ruso Fyodor Lukyanov señaló que Moscú no cederá en los territorios reclamados, mientras que el Kremlin, a través de Dmitry Peskov, dio la bienvenida a decisiones serias de paz, pero advirtió contra "trucos destinados a ganar tiempo".

En el frente económico, la UE acordó la congelación indefinida de aproximadamente 210.000 millones de euros en activos rusos, aunque el Primer Ministro polaco, Donald Tusk, indicó que el uso directo de estos fondos para la reconstrucción aún está "a años luz", sugiriendo un uso inicial como palanca financiera para garantizar préstamos. El proceso diplomático, que se desarrolla en un contexto donde el conflicto entra en su cuarto invierno, se vio matizado por un reciente éxito militar ucraniano: un ataque con UUV contra un submarino ruso Kilo en Novorossiysk en la noche del 14 al 15 de diciembre de 2025.