Lanzamiento Exitoso de HydroGNSS para Monitorear el Ciclo Hídrico Terrestre

La Agencia Espacial Europea (ESA) concretó el lanzamiento de HydroGNSS el 28 de noviembre de 2025, marcando el inicio de su misión inaugural bajo el concepto Scout. Este proyecto se enfoca en la vigilancia de la disponibilidad global de agua y sus implicaciones derivadas del cambio climático, insertándose en el programa FutureEO de la ESA, que promueve la agilidad y la innovación propias del sector 'New Space'. Los dos satélites idénticos que componen la misión fueron desplegados a órbita a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9, como parte del vuelo compartido Transporter-15, despegando desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg en California.

El despegue se produjo a las 19:44 CET. Menos de noventa minutos después, los satélites se separaron satisfactoriamente de la segunda etapa del propulsor. La confirmación operativa fue recibida esa misma noche, cuando Surrey Satellite Technology Ltd (SSTL) en el Reino Unido verificó la recepción de la señal, confirmando la estabilidad de ambas unidades en su órbita asignada. Simonetta Cheli, Directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, destacó el lanzamiento como un hito clave para esta familia de misiones rápidas y de bajo costo, subrayando la dedicación del equipo involucrado.

HydroGNSS se alinea con el concepto 'New Space', caracterizado por la reducción de costes y la agilidad operativa, diferenciándose de las misiones de investigación Earth Explorer de mayor envergadura de la ESA. SSTL, con sede en el Reino Unido, actúa como contratista principal, responsable de la construcción y operación de las naves espaciales, que utilizan la plataforma SSTL-21 y tienen un peso aproximado de 40 kilogramos. Los dos microsatélites operan en una órbita heliosíncrona a unos 550 kilómetros de altitud, manteniendo una separación angular de 180 grados para optimizar la cobertura terrestre.

La tecnología fundamental de la misión es la reflectometría del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS-R), la cual aprovecha las señales de microondas de banda L emitidas por sistemas como GPS y Galileo. Cada satélite incorpora un receptor de cartografiado de retardo Doppler con una antena cenital para captar señales directas y una antena nadir para registrar las reflexiones en la superficie terrestre. Esta comparación permite a HydroGNSS cuantificar parámetros hidrológicos esenciales sobre tierra firme, incluyendo la humedad del suelo, el estado de congelación-descongelación, la extensión de inundaciones o humedales, y la biomasa aérea.

Estos datos son cruciales para refinar modelos climáticos y para apoyar la planificación agrícola, la predicción de inundaciones y la comprensión del ciclo global del carbono, particularmente en zonas de permafrost donde el deshielo puede liberar metano y dióxido de carbono. Adicionalmente, la misión producirá mediciones secundarias valiosas, como la velocidad del viento oceánico y la extensión del hielo marino. El enfoque GNSS-R, menos susceptible a las condiciones meteorológicas, complementa misiones previas como SMOS y Biomass, buscando evitar lagunas de datos que podrían surgir con el fin de vida de sistemas como SMAP de la NASA. El vuelo Transporter-15 también transportó otras cargas útiles europeas, como Eaglet-II para la iniciativa IRIDE de Italia y dos satélites de radar ICEYE destinados a Grecia.