Trabajadores de Zara en Siete Países de la UE Planean Protestas en Viernes Negro para Exigir Reparto de Beneficios

Los empleados de las tiendas Zara se están organizando para llevar a cabo acciones de protesta coordinadas en siete naciones europeas. Estas movilizaciones están estratégicamente programadas para coincidir con el Viernes Negro, el 28 de noviembre de 2025, un periodo crucial para las ventas minoristas. La principal demanda de los trabajadores es la reinstauración del sistema de reparto de beneficios con el personal, un esquema que fue eliminado por Inditex, la empresa matriz, tras el impacto de la pandemia de coronavirus.

La convocatoria para estas manifestaciones proviene del Consejo de Producción Europeo de Inditex, trabajando en estrecha colaboración con el sindicato español CCOO. Las protestas se llevarán a cabo en ciudades importantes de España, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y Portugal. El objetivo central es ejercer la máxima presión posible sobre la dirección de Inditex justo en la época más rentable del año para el comercio. Se prevé que las actividades de protesta duren aproximadamente una hora y se realizarán fuera del horario laboral principal, asegurando así que las tiendas puedan seguir operando y atendiendo a los clientes.

Rosa Galán, portavoz de CCOO en Inditex, ha puesto el foco en la dimensión ética de esta disputa laboral. Ella ha declarado enfáticamente que una corporación que cosecha beneficios sustanciales, derivados directamente del esfuerzo de sus empleados, tiene la obligación moral de distribuir esas ganancias de manera equitativa. Los resultados financieros de Inditex para el ejercicio 2023 confirman un crecimiento notable, con una ganancia neta que ascendió a 5.380 millones de euros, y una apreciación significativa en el valor de sus acciones desde finales de 2022. Este sólido desempeño económico contrasta fuertemente con la decisión de suspender el programa de participación en beneficios para los trabajadores de base.

Existen precedentes históricos que sugieren la eficacia de las acciones conjuntas. Por ejemplo, tras las protestas protagonizadas por los trabajadores españoles en vísperas del Viernes Negro de 2022, Inditex accedió, tres meses después, a incrementar el salario promedio de los dependientes en España en un 20%. Sin embargo, para el año 2025, Inditex ha introducido un Plan de Incentivos a Largo Plazo que abarca el periodo 2025–2029, el cual parece favorecer desproporcionadamente al personal directivo. Esta situación acentúa la disparidad en la distribución de las recompensas económicas.

La coordinación de esfuerzos entre los sindicatos de los siete países subraya la naturaleza transnacional de las relaciones laborales dentro de Inditex y el deseo de los empleados de alcanzar un estándar de justicia unificado. Las centrales sindicales, incluyendo CCOO y UGT, no solo exigen la vuelta del esquema de participación en utilidades, sino también otras mejoras laborales. Entre ellas se incluyen bonificaciones adicionales por antigüedad y una revisión de las condiciones para aquellos contratados a tiempo parcial. En España, donde Inditex emplea a 28.000 personas en tiendas, casi la mitad de la plantilla ha firmado una petición demandando un reparto más justo de las ganancias. La elección del Viernes Negro como fecha para la protesta demuestra la intención de los trabajadores de vincular sus peticiones directamente a los picos financieros de la compañía, los cuales dependen intrínsecamente de su labor diaria en la red minorista.