Ríos de Alaska Adquieren un Tono Naranja Debido al Deshielo del Permafrost
Editado por: Tetiana Martynovska 17
En las remotas Montañas Brooks de Alaska, los ríos han experimentado una transformación visual impactante, pasando de aguas cristalinas a un alarmante tono naranja. Este fenómeno, que se asemeja a la contaminación por drenaje ácido de minas pero es de origen natural, es una consecuencia directa del deshielo del permafrost, el suelo ártico permanentemente congelado.
El permafrost, que ha actuado como una bóveda natural para minerales durante milenios, al descongelarse libera metales y otros compuestos previamente atrapados. El contacto de estos minerales con el agua y el oxígeno desencadena reacciones químicas que generan ácido sulfúrico. Este ácido, a su vez, disuelve metales como el hierro, el cadmio y el aluminio de las rocas expuestas, tiñendo los cursos de agua de un color oxidado y aumentando su acidez. Investigaciones recientes han documentado al menos 75 ubicaciones en el norte de Alaska donde este cambio es evidente, con algunos afluentes mostrando niveles de pH tan bajos como 2.3, comparable a la acidez del jugo de limón o el vinagre.
Las repercusiones ecológicas de esta alteración química son profundas. Se ha observado la desaparición de especies de peces en arroyos afectados y una disminución notable en la diversidad de insectos acuáticos, que forman la base de la cadena alimentaria ártica. Los ríos y arroyos en esta región son vitales zonas de desove para salmones y otras especies de peces, fundamentales para el ecosistema y las pesquerías de subsistencia locales.
La acumulación de sedimentos de hierro no solo enturbia el agua, sino que también dificulta la penetración de la luz solar, afectando los hábitats de los que dependen las larvas de insectos y, en última instancia, la salud de las poblaciones de peces. Este fenómeno, que se ha intensificado en la última década, es un claro indicador de los impactos del cambio climático en el Ártico, una región que se calienta a un ritmo acelerado.
La alteración de la química del agua y la movilización de metales tóxicos desde el permafrost que se derrite plantean desafíos significativos para la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos y las comunidades que dependen de estos recursos hídricos. Los científicos advierten que este proceso, una vez iniciado, es difícil de detener y podría extenderse a otras cuencas hidrográficas árticas, exacerbando la crisis ecológica en curso.
Fuentes
Mirage News
Rivers in Alaska are turning orange. Here's what's causing it – and why it's worrying
Alaska’s Arctic rivers turn rusty orange as permafrost thaws
Arctic Rust
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