La Gastronomía Italiana Alcanza el Prestigio de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO

El 10 de diciembre de 2025 marcó un hito trascendental para Italia. En una sesión celebrada en Nueva Delhi, India, el Comité Intergubernamental de la UNESCO tomó la decisión de inscribir la cocina tradicional italiana en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, celebró este reconocimiento, señalando que su nación se convierte así en la primera en obtener una distinción tan amplia para su tradición culinaria. Esta nominación, impulsada por Italia desde 2023, rompió moldes en la práctica de la UNESCO, ya que por primera vez se reconoció no una receta aislada o una técnica específica, sino el conjunto completo del «entramado teórico y práctico de la cocina italiana» como un fenómeno integral.

La Primera Ministra Meloni enfatizó que, para el pueblo italiano, la gastronomía trasciende la mera preparación de alimentos; es el núcleo de su cultura, un compendio de tradiciones, esfuerzo y riqueza nacional. El espectro de la gastronomía italiana es vasto, abarcando desde las múltiples variantes de la pasta y la icónica pizza, hasta quesos artesanales, embutidos curados como el prosciutto y el salami, e incluyendo postres emblemáticos como el tiramisú y el gelato. La concepción de elevar todo el sistema culinario, en lugar de solo componentes específicos —como ya ocurrió con el arte de los pizzeros napolitanos en 2017—, fue una iniciativa impulsada por Maddalena Fossati, directora de la revista La Cucina Italiana, junto con influyentes chefs italianos.

Este aval de la UNESCO no es meramente simbólico; confiere a Italia una herramienta práctica fundamental para blindar sus productos contra la falsificación y la competencia desleal. Como parte de sus compromisos adquiridos, Italia deberá colaborar estrechamente con sus comunidades regionales para llevar a cabo un inventario exhaustivo y asegurar la salvaguarda de esta práctica cultural viva. Adicionalmente, el país se compromete a presentar informes a la UNESCO cada seis años, detallando las acciones implementadas para preservar y transmitir este legado gastronómico a las generaciones venideras.

La inclusión de la cocina italiana en este listado de prestigio subraya su papel esencial en la configuración de la diversidad biocultural del país, al fusionar costumbres ancestrales con particularidades regionales muy marcadas. Este reconocimiento sitúa a la gastronomía italiana a la par de otros tesoros mundiales, como la cocina tradicional japonesa conocida como «washoku», y el son cubano, un género musical que también obtuvo estatus en la misma sesión. Italia ya ostentaba el liderazgo mundial en cuanto a número de sitios reconocidos por la UNESCO, sumando 61, entre los que se encuentra la «Dieta Mediterránea», inscrita en 2010. Los expertos del sector auguran que este nuevo estatus impulsará significativamente el turismo gastronómico y fortalecerá las exportaciones de productos italianos a nivel global.