Kmart enfrenta escrutinio legal por sus prácticas en la cadena de suministro

La Asociación Australiana Uyghur Tangritagh de Mujeres (AUTWA) ha iniciado acciones legales contra Kmart Australia, buscando mayor transparencia en su cadena de suministro y posibles vínculos con el trabajo forzoso en China. La demanda, presentada ante el Tribunal Federal, exige que Kmart divulgue documentos relacionados con dos de sus proveedores de ropa, quienes presuntamente estarían involucrados en el trabajo forzoso de uigures en la región de Xinjiang.

Kmart ha negado públicamente estas acusaciones, reafirmando su compromiso con un Programa de Abastecimiento Ético que ha estado operativo durante más de 15 años para abordar los riesgos de la esclavitud moderna. La empresa ha declarado que ha intentado en múltiples ocasiones dialogar con AUTWA y ha proporcionado detalles sobre su programa. La acción legal busca determinar si Kmart ha incumplido la Ley de Consumo Australiana al realizar declaraciones engañosas o fraudulentas sobre el origen de sus productos.

Este desafío legal pone de manifiesto una brecha percibida en el marco regulatorio australiano. A diferencia de otros países desarrollados, Australia no prohíbe las importaciones vinculadas al trabajo forzoso ni exige a las empresas que actúen ante tales riesgos más allá de la simple notificación. Expertos sugieren que este caso podría exponer deficiencias significativas en el enfoque de Australia para combatir la esclavitud moderna dentro de las cadenas de suministro corporativas.

El resultado de los procedimientos en el Tribunal Federal podría influir en futuras acciones legales contra minoristas y fortalecer la rendición de cuentas en las prácticas de abastecimiento ético. La situación actual invita a una reflexión sobre la responsabilidad corporativa y la necesidad de marcos legales más robustos para garantizar la integridad en las cadenas de suministro globales, promoviendo un entorno donde el crecimiento empresarial no se cimiente sobre la explotación.

La falta de legislación específica en Australia que prohíba las importaciones provenientes de trabajos forzosos deja a las empresas en una zona gris. Si bien Kmart afirma tener políticas de abastecimiento ético, la acción legal subraya la dificultad de verificar de manera independiente las condiciones laborales en regiones remotas y complejas. Este litigio podría sentar un precedente importante, impulsando a otras organizaciones a examinar más de cerca sus propias cadenas de valor y a exigir mayor diligencia a sus proveedores para asegurar que no se beneficien de prácticas inhumanas.