Persistencia de Nieve en el Hindu Kush Himalaya Cae a Mínimo de 23 Años, Alertando sobre la Seguridad Hídrica

La región del Hindu Kush Himalaya (HKH), conocida como el "Tercer Polo" por sus vastas reservas de hielo y nieve, enfrenta una amenaza crítica a su seguridad hídrica. Esta preocupación se acentúa tras el marcado descenso en la persistencia de nieve estacional durante el invierno de 2024-2025. Este periodo ha sido el tercero consecutivo con acumulaciones de nieve por debajo de lo normal, culminando en una mínima histórica de persistencia de nieve registrada en los últimos 23 años.

Según el informe de Actualización de Nieve 2025 del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de Montaña (ICIMOD), la persistencia de nieve se situó un 23.6 por ciento por debajo del promedio observado durante las dos décadas previas, específicamente entre 2003 y 2023. Este dato subraya una tendencia preocupante en el almacenamiento natural de agua de la región.

La persistencia de nieve, que cuantifica el tiempo que la capa blanca permanece cubriendo el suelo entre noviembre y marzo, es un barómetro esencial para predecir la disponibilidad futura de agua. El deshielo invernal y primaveral aporta cerca del 23 por ciento del caudal anual de los principales sistemas fluviales de la zona. Esta reducción significativa en el reservorio hídrico natural pone en jaque la seguridad del agua para aproximadamente dos mil millones de personas que dependen de los 12 grandes sistemas fluviales que nacen en el HKH, abarcando nueve naciones, entre ellas India, Pakistán y Nepal.

El déficit de nieve se manifestó en las 12 cuencas analizadas. Las cuencas del Mekong y Salween experimentaron los descensos más pronunciados, con caídas del 51.9 por ciento y 48.3 por ciento por debajo de sus valores normales, respectivamente. Estos números son un llamado de atención para la gestión transfronteriza del agua.

En áreas de alta densidad poblacional, la cuenca del río Ganges registró su menor persistencia en 23 años, con un déficit del 24.1 por ciento respecto a la media. Por su parte, la cuenca del Brahmaputra mostró un retroceso del 27.9 por ciento. Esta menor aportación de agua por deshielo ejerce una presión considerable sobre sectores vitales como la agricultura, la generación de energía hidroeléctrica y el suministro de agua potable, justo cuando la demanda se dispara al inicio del verano.

Aunado a los problemas de aguas superficiales, se suma una crisis silenciosa en las aguas subterráneas. Se informa que casi la mitad de las fuentes de flujo base de los manantiales en la Región del Himalaya Indio están secándose o volviéndose estacionales. Esto afecta directamente a los puntos de extracción de agua subterránea que son cruciales para unos 200 millones de habitantes de los sistemas montañosos de la India.

El deterioro del flujo base y la desaparición de manantiales están intrínsecamente ligados a la alteración de los patrones climáticos, incluyendo sequías prolongadas, y a los cambios en el uso del suelo, como la deforestación y el desarrollo de infraestructuras. Estos factores merman la capacidad del terreno para recargar acuíferos. El impacto humano ya se siente; por ejemplo, la comunidad de Samdong en Nepal se vio forzada a reubicarse tras la desecación de un arroyo alimentado por un glaciar.

El Director General del ICIMOD, Pema Gyamtsho, ha sido enfático al señalar que se requiere un cambio de enfoque radical en la gobernanza del agua. Gyamtsho advirtió que estas anomalías recurrentes en la nieve son ya una factura que estamos pagando por las emisiones de carbono acumuladas. Por ello, instó a implementar de inmediato estrategias de adaptación basadas en la ciencia y una cooperación regional sólida para mitigar la creciente inseguridad hídrica que amenaza a la región.