La Agencia Espacial Europea Aprueba un Presupuesto Histórico de 22.100 Millones de Euros en Bremen

El Consejo a nivel ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA), reunido en Bremen, Alemania, los días 26 y 27 de noviembre de 2025, dio luz verde a un presupuesto trienal sin precedentes que asciende a 22.100 millones de euros. Este hito marca un momento crucial, ya que por primera vez en sus 50 años de trayectoria, el monto de financiación aprobado se alinea completamente con la solicitud presentada por la agencia. En comparación con el presupuesto anterior, fijado en 2022 para el mismo periodo, los fondos totales experimentan un incremento del 32%, o un 17% si se ajusta por los efectos de la inflación.

El Director General de la ESA, Josef Aschbacher, calificó este logro como un «rotundo éxito para Europa». Subrayó que este respaldo financiero es fundamental para potenciar la autonomía europea y consolidar su liderazgo en los campos de la ciencia y la innovación, especialmente en el contexto geopolítico actual. Una parte sustancial de esta nueva inyección económica se destinará a reforzar la resiliencia del continente en el ámbito espacial, materializada en la nueva iniciativa denominada «Resiliencia Europea desde el Espacio» (European Resilience from Space, ERS).

La iniciativa ERS, dotada con aproximadamente 1.350 millones de euros, representa un cambio paradigmático. Por primera vez, la ESA, una entidad históricamente civil desde su fundación en 1975, podrá abordar proyectos que tienen implicaciones directas para la defensa. El propósito de ERS es centralizar los activos espaciales nacionales para desarrollar capacidades esenciales en áreas como la vigilancia, la inteligencia, las comunicaciones seguras y la navegación, respondiendo así a demandas críticas de seguridad.

Dentro de este marco estratégico, se impulsarán proyectos clave como Iris2, concebido como la respuesta europea a redes satelitales como Starlink, y se reforzará el sistema Galileo. Esto garantizará que las fuerzas de defensa, las fuerzas policiales y los organismos de protección civil dispongan de acceso a recursos vitales. Además, la financiación para áreas fundamentales se ha incrementado notablemente; el programa científico recibirá 3.800 millones de euros, lo que supone un crecimiento anual del 3,5% por encima de la tasa de inflación.

El capítulo de transporte espacial verá un aumento hasta los 2.800 millones de euros, lo que permitirá fortalecer los vehículos de lanzamiento Ariane 6 y Vega-C, y culminar el desarrollo del vehículo reutilizable Space Rider. En cuanto a la observación terrestre, el programa FutureEO contará con 2.700 millones de euros, incluyendo el avance de la segunda generación de satélites Copernicus. Las decisiones tomadas en Bremen sientan, asimismo, las bases para ambiciosas misiones de exploración del espacio profundo y para los futuros programas lunares.

Se ha confirmado el apoyo financiero para la misión ExoMars, que incluye el rover «Rosalind Franklin» en su búsqueda de rastros de vida en Marte, con un lanzamiento previsto para 2028, contando con la colaboración de la NASA para la provisión del vehículo de lanzamiento. La ESA también continuará con los preparativos para la exploración lunar, desarrollando el módulo de aterrizaje Argonaut. Josef Aschbacher anunció que los primeros astronautas europeos en participar en el programa Artemis de la NASA serán de Francia, Alemania e Italia, siendo el astronauta alemán el primero en pisar la Luna.

Geográficamente, Alemania se posiciona como el principal contribuyente, aportando más de 5.000 millones de euros, seguida por Francia con 3.700 millones e Italia con 3.500 millones de euros. Un dato relevante es el anuncio del Banco Europeo de Inversiones (BEI) sobre el lanzamiento de Space TechEU, un programa que, en colaboración con bancos comerciales, movilizará 1.400 millones de euros destinados a empresas espaciales. También se rubricó un memorando de entendimiento con Noruega para establecer un Centro Espacial Ártico en Tromsø. Este robusto paquete financiero, avalado por los representantes de 23 estados miembros, asociados y países colaboradores, evidencia la determinación colectiva de Europa para asegurar su soberanía y competitividad global. Las resoluciones del CM25 marcan el inicio de la implementación de la Estrategia de la ESA hasta 2040, definiendo así sus metas a largo plazo.