Fitoextracción: El Rol de la Vegetación en la Purificación y la Obtención de Níquel para 2025

Investigaciones científicas llevadas a cabo en enero de 2025 han confirmado el notable potencial de diversas especies vegetales para la remediación de terrenos tropicales en Colombia. Estas áreas se encuentran afectadas por la contaminación derivada de la minería aurífera. Esta técnica, denominada fitoextracción, se fundamenta en la capacidad intrínseca de las plantas para absorber y almacenar metales pesados, incluyendo trazas de oro. Este método está ganando terreno como una alternativa ambientalmente consciente frente a las prácticas mineras tradicionales, especialmente en el contexto de la recuperación de níquel, un metal crucial para la fabricación de baterías destinadas a vehículos eléctricos.

El núcleo de este sector emergente lo constituyen las plantas hiperacumuladoras. Estos organismos tienen la particularidad de concentrar metales a niveles cientos de veces superiores a los habituales. En este panorama, la empresa francesa Genomines, fundada por Fabien Cutchekean y la Dra. Dali Rachid en agosto de 2021, obtuvo una inyección de capital de 45 millones de dólares en 2025, correspondiente a su ronda de financiación Serie A. El objetivo es implementar plantas genéticamente mejoradas para la extracción de níquel apto para baterías.

Este enfoque se promociona como una vía más económica y con menor huella de emisiones en comparación con la minería convencional. El equipo de Genomines, compuesto por 25 profesionales, opera desde sus sedes en Francia y Sudáfrica, país donde se han programado los proyectos piloto. Entre los inversores clave de esta ronda se encuentran Engine Ventures y Forbion BioEconomy, contando además con la participación de Hyundai Motor Group.

A nivel global, la expansión de la fitoextracción en 2025 se evidencia con informes provenientes de Albania, donde los agricultores han comenzado a recolectar níquel utilizando especies del género Alyssum. Paralelamente, un equipo de investigadores franceses está llevando a cabo ensayos de campo en Grecia, España y el propio territorio albanés. Los científicos están ampliando sus miras, especulando con que ciertas variedades de helechos podrían acumular elementos de tierras raras (REE).

Descubrimientos recientes de académicos chinos, publicados en la revista Environmental Science & Technology, han arrojado luz sobre el helecho Blechnum orientale. Este no solo acumula REE, sino que activamente sintetiza cristales de monacita a escala nanométrica dentro de sus tejidos. Este hallazgo marca el primer caso documentado de formación mineral activa de REE por un organismo vivo. Es importante destacar que esta monacita de origen biológico resulta ser pura y carece de radiactividad.

Si bien la fitoextracción es un proceso que demanda tiempo, ofrece una ruta sostenible para desintoxicar suelos contaminados por desechos industriales, como el cadmio. Además, proporciona fuentes de materias primas más limpias. A modo de ejemplo, en el caso de la planta Odontarrhena (anteriormente conocida como Alyssum murale), hasta un 3% de su biomasa puede estar compuesta por níquel. No obstante, su naturaleza invasiva restringe su aplicación a escala industrial.

En 2025, la fitoextracción está marcando un cambio de paradigma: se está transitando de la remediación pasiva a la biosíntesis activa de recursos estratégicos. Esta tecnología se presenta como una solución viable para satisfacer la creciente demanda de níquel, la cual, según proyecciones de la AIE, podría multiplicarse por 19 para el año 2040. En contraste, el desarrollo de una mina de níquel tradicional puede tardar hasta 15 años antes de que comience su operación comercial, haciendo de la biotecnología una alternativa urgente y necesaria.