Debate en Zermatt por el Rascacielos Lina Peak de 260 Metros para Mitigar la Crisis de Vivienda Laboral

La emblemática localidad suiza de Zermatt, mundialmente reconocida por el Matterhorn y su tradición alpina, se encuentra en una encrucijada urbanística con la consideración del proyecto 'Lina Peak'. Este ambicioso plan, concebido por el arquitecto y empresario local Heinz Julen, propone la edificación de una torre de 65 plantas y 260 metros de altura, lo que la convertiría potencialmente en la estructura más elevada de Suiza. La génesis de esta propuesta radica en la necesidad imperiosa de solventar la severa escasez de alojamiento para la fuerza laboral, un problema exacerbado por el éxito turístico que ha disparado los costes inmobiliarios y ha convertido gran parte del parque de viviendas en alquiler vacacional. Julen, quien ha presentado la visión a la población en un ambiente de gran expectación, sostiene que la única vía viable ante la limitación de suelo es la construcción vertical, buscando aliviar la presión sobre el centro del pueblo. El concepto de Lina Peak se articula como un 'pueblo vertical', una solución multifuncional diseñada para consolidar funciones esenciales y necesidades residenciales en un único emplazamiento. Específicamente, las plantas inferiores, desde la segunda hasta la trigésima segunda, están reservadas para vivienda asequible garantizada, destinada a los trabajadores de temporada y al personal local que lucha contra los precios inalcanzables. En contraste, los treinta niveles superiores albergarán apartamentos de ultralujo, cuya venta está estratégicamente planificada para generar los ingresos necesarios que permitan la autofinanciación total del desarrollo, estimado en unos 500 millones de francos suizos. Esta estructura mixta busca un equilibrio económico y social, evitando la dependencia de la financiación pública y promoviendo una mezcla social, ya que Julen no desea crear un ghetto. La infraestructura planificada para la base de la torre es integral para la comunidad, incluyendo un centro deportivo con piscina pública, tiendas minoristas y una capacidad de estacionamiento para 1.000 vehículos. Además, el proyecto contempla una conexión directa mediante telecabina a la estación de Kumme-Bahn, una medida que busca una nueva gestión de los flujos turísticos para preservar la tranquilidad del núcleo urbano, descargando así el espacio limitado del valle de Mattertal. El terreno propuesto, de 6,000 metros cuadrados de suelo agrícola, está en posesión del propio promotor, situado a unos 800 metros del núcleo urbano, en dirección a Täsch. No obstante, la magnitud del proyecto ha generado una fuerte controversia en esta comunidad tradicional, que valora su estética alpina por encima de todo. Los detractores expresan una preocupación significativa sobre el impacto visual, temiendo que una estructura de tal escala altere de manera irreversible la armonía paisajística y el perfil icónico que define a Zermatt, un lugar donde la imagen del Matterhorn es utilizada incluso para vender productos a nivel global. La viabilidad del proyecto depende de la aprobación local, que incluirá una votación pública sobre las modificaciones necesarias para recalificar el terreno de uso agrícola. El cantón de Valais deberá revisar la propuesta, sopesando las preocupaciones medioambientales y de planificación antes de cualquier determinación. El resultado de esta deliberación sentará un precedente crucial para las futuras estrategias de desarrollo en entornos alpinos protegidos, donde la tensión entre la necesidad de crecimiento y la preservación del patrimonio natural es constante.