Descubren Escultura Maya de un "Anciano Señor" en Yucatán Durante Obras del Tren Maya

En el marco de las extensas labores de salvamento arqueológico que acompañan la construcción del proyecto de infraestructura conocido como el Tren Maya en México, los expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lograron un hallazgo significativo a mediados de noviembre de 2025. Esta importante revelación, ocurrida en el estado de Yucatán, está arrojando luz valiosa sobre las prácticas arquitectónicas y simbólicas tempranas practicadas en la península.

Las excavaciones se llevaron a cabo en las cercanías del desvío ferroviario Frente 2 Mérida–Progreso, específicamente en terrenos comunales de la localidad de Sierra Papacal. El elemento central de este descubrimiento es una escultura labrada en piedra caliza, con una altura aproximada de 45 centímetros, que se presume representa el rostro de un individuo de alto rango, quizás un «anciano señor» o un dignatario importante. Los rasgos distintivos, como las cuencas oculares profundas, una nariz achatada y labios prominentes, se alinean perfectamente con la estética observada en las fases iniciales de la civilización maya. Este artefacto ha sido datado tentativamente en el Período Preclásico (2500 a.C. – 200 d.C.), lo cual ofrece una oportunidad inmejorable para examinar los orígenes del arte monumental en esta región.

La pieza escultórica fue desenterrada muy cerca de una estructura de forma ovalada, cuyas dimensiones rondan los 5,8 por 4,3 metros. Dicha construcción se edificó utilizando bloques dobles de piedra caliza y su acceso principal se orientaba hacia el poniente. El emplazamiento exacto del hallazgo —justo detrás del dintel norte de la entrada, adyacente a un muro robusto junto a lo que parece ser un banco— sugiere que su colocación fue intencional y significativa. Los arqueólogos barajan la hipótesis de que esta edificación pudo haber funcionado como un marcador de acceso o un elemento de bienvenida, señalizando la entrada a un espacio restringido o, por el contrario, a un área de uso comunitario, un patrón común en las zonas rituales del Preclásico.

Este descubrimiento, formalmente registrado el 10 de noviembre de 2025, resulta crucial para que los investigadores logren comprender mejor el significado simbólico que poseían tales marcadores y cuál era el propósito de los espacios públicos en las primeras agrupaciones mayas del norte de Yucatán. El megaproyecto del Tren Maya, cuyas obras comenzaron en junio de 2020, ha estado intrínsecamente ligado a extensas campañas de rescate arqueológico a lo largo de toda su ruta. Una vez finalizados los estudios de campo, el valioso artefacto será trasladado a un laboratorio especializado para su debida conservación y análisis exhaustivo por parte de los expertos del INAH.

Esta talla en caliza, al integrarse en el panorama más amplio de los asentamientos primigenios, permite a los especialistas establecer comparaciones entre los estilos artísticos que posteriormente influirían en el desarrollo de la escultura monumental, incluyendo centros importantes como Kaminaljuyú en Guatemala. El estudio de este objeto, recuperado en las proximidades de Mérida, fortalece nuestro entendimiento sobre cómo se gestaron las prácticas arquitectónicas y simbólicas iniciales de la cultura maya, proporcionando una ventana al pasado profundo de la región.