Hallazgo Monumental: Arqueólogos Descubren Cerca de 40 Mil Monedas Romanas Tardías en Senon

En el departamento de Mosa, al oriente de Francia, cerca de la localidad de Senon, un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP) ha realizado un descubrimiento de gran calado: un considerable acopio de monedas pertenecientes al periodo tardorromano. Este hallazgo se produjo en una propiedad privada, motivado por la obligatoriedad de realizar excavaciones preventivas ante la planificación del propietario de ampliar su residencia. Las labores de sondeo abarcaron un área aproximada de 1500 metros cuadrados, permitiendo explorar una sección de un antiguo barrio que hasta ahora había permanecido prácticamente inexplorada.

Los expertos han comunicado que estas monedas estaban resguardadas dentro de tres recipientes cerámicos, situados en el interior de estructuras habitacionales antiguas. Dos de estas vasijas, identificadas como ánforas, ya han sido abiertas. Una de ellas contenía un volumen estimado de unas 25 mil monedas de bronce de pequeño formato. Las estimaciones preliminares sugieren que el número total de piezas podría ascender hasta las 40 mil unidades. La tercera ánfora ha sido reservada para un análisis exhaustivo en el laboratorio, con el fin de determinar con precisión la composición y las características exactas de su contenido.

Todas las monedas exhiben efigies de emperadores romanos, y la datación del escondite se sitúa cronológicamente entre los años 280 y 310 de nuestra era. La manera en que los recipientes fueron dispuestos llamó poderosamente la atención de los arqueólogos. Las ánforas se encontraban colocadas en posición vertical dentro de hoyos previamente excavados, y sus cuellos quedaban casi al nivel de lo que fue el suelo antiguo. Esta disposición sugiere un método de almacenamiento deliberado y ordenado, más que una acción precipitada para ocultar bienes ante una amenaza inminente.

Este punto se ve reforzado por el hallazgo de varias monedas adheridas a las superficies exteriores de dos de los recipientes. Esto indica que dichas piezas se pegaron una vez que las vasijas ya estaban firmemente asentadas en su lugar de depósito. No se trató de un simple amontonamiento, sino de un acto de custodia planificado, casi como quien guarda un tesoro familiar bajo llave.

El valor científico de este descubrimiento reside menos en la mera cantidad de numismática y más en la excepcional conservación del contexto arqueológico. A diferencia de otros tesoros desenterrados sin un control riguroso del entorno, este hallazgo permite reconstruir con exactitud las circunstancias de su ocultación. El coordinador de las excavaciones, Simon Ritz, ha planteado la hipótesis de que este depósito podría ser resultado de una retirada sistemática de moneda en circulación durante el proceso de reforma monetaria implementado en el Bajo Imperio Romano.

Ritz establece un paralelismo interesante, comparando este evento histórico con la transición reciente al euro, momento en el cual las antiguas divisas fueron gradualmente retiradas del uso cotidiano. Este tipo de evidencia material es oro puro para entender las dinámicas económicas de la época. Los datos arqueológicos obtenidos también contribuyen a perfilar la historia del propio emplazamiento. Antiguamente, Senon formaba parte del territorio de la tribu gala de los mediomatricos, cuya capital se ubicaba en Divodurum, la actual Metz.

La urbanización de esta área comenzó a finales del siglo I d.C., marcando el paso de construcciones basadas en tierra apisonada y madera hacia estructuras de piedra. No obstante, a principios del siglo IV, el asentamiento sufrió los estragos de un incendio significativo. Tras ser reconstruido, la vida en el lugar no perduró mucho tiempo, ya que otro incendio a mediados del siglo IV provocó el abandono definitivo de este sector urbano.

Si bien las monedas de bronce en sí mismas no poseen un gran valor material intrínseco, su almacenamiento organizado y el contexto minuciosamente documentado ofrecen una oportunidad inusual para rastrear los procesos económicos de la Antigüedad tardía. Se espera que los análisis de laboratorio pendientes sobre la tercera ánfora y los artefactos asociados arrojen luz definitiva sobre el papel de estas acumulaciones en la economía local y confirmen las causas exactas de su atesoramiento.