Experto de Devon Promueve el Método Azteca para Reutilizar Tallos de Girasol

Editado por: An goldy

El horticultor experto Simon Ackroyd, originario del condado de Devon, Inglaterra, está impulsando activamente una práctica ancestral azteca que ofrece una solución sostenible para las estructuras de jardinería. Este especialista anima a los aficionados a la jardinería a conservar los tallos de girasol secos una vez finalizada la cosecha. La razón es que estos tallos adquieren una robustez leñosa suficiente para servir de soporte a edificaciones como tipis o espalderas durante la siguiente temporada de cultivo.

Esta técnica se presenta como una alternativa ecológica al bambú de suministro comercial, lo cual reduce significativamente la huella de carbono asociada al transporte de materiales importados. Además de su uso estructural, guardar las cabezas secas de girasol asegura que se conviertan en comederos naturales para las aves durante los meses invernales, contribuyendo así al sustento de la fauna local. Una vez que la planta ha florecido y madurado, es crucial que los jardineros corten los tallos y garanticen su secado completo para alcanzar la rigidez necesaria. La dureza que adquieren estos tallos lignificados les permite funcionar como soportes fiables durante varias temporadas, resistiendo incluso las inclemencias del tiempo invernal.

Integrar los restos vegetales en el ciclo de la jardinería transforma lo que sería un desecho en un recurso de gran valor. No es solo eso; los tallos de girasol dejados en el terreno pueden actuar como barreras naturales, ayudando a retener la nieve sobre los bancales, lo que proporciona una capa protectora adicional para los cultivos que hibernan. Más allá de su función como soportes, estos tallos huecos desempeñan un papel vital en el fomento de la biodiversidad local, ofreciendo refugio a insectos beneficiosos que pasan el invierno, especialmente a las abejas solitarias.

Simon Ackroyd recalca el beneficio medioambiental que se obtiene al minimizar la necesidad de adquirir nuevos materiales. Utilizar los propios tallos como guías para plantas trepadoras elimina la necesidad de comprar soportes prefabricados para el jardín. Tras retirar las hojas y las raíces, los jardineros obtienen una superficie rugosa y firme, ideal para que las plantas trepadoras se adhieran fácilmente. Los tallos secos también tienen cabida en la creación de «camas calientes»; al descomponerse lentamente, sirven como capa de drenaje en el fondo de un bancal elevado, liberando calor que permite a los cultivos sensibles a las bajas temperaturas prolongar su fructificación.

Es fundamental recordar que este método solo debe aplicarse a restos vegetales sanos; cualquier cultivo afectado por plagas o enfermedades debe ser retirado del jardín para evitar la propagación de infecciones. Los tallos de girasol limpios y resistentes, siguiendo buenas prácticas agronómicas, pueden contribuir a mejorar la estructura del suelo y actuar como una capa de acolchado natural, protegiendo la tierra de la erosión eólica. Por consiguiente, el enfoque promovido por el experto de Devon representa una estrategia de sostenibilidad multifacética, perfectamente alineada con los principios de la economía circular aplicada al ámbito del cultivo doméstico.

Fuentes

  • The Cool Down

  • The Cool Down Company

  • The Cool Down Company

  • Simon Akeroyd

  • Garden Media Guild

  • YouTube

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