Agujero Antártico de Ozono 2025 Cierra Temprano con Menor Extensión desde 2019

Editado por: Tetiana Martynovska 17

Los científicos del NOAA y de la NASA han clasificado este año el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida como el quinto más pequeño desde 1992 — el año en que se firmó el Protocolo de Montreal.

El agujero de ozono sobre la Antártida en 2025 concluyó su ciclo con la menor extensión máxima registrada desde 2019. El Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS), una división de la Unión Europea, confirmó que la superficie máxima del fenómeno alcanzó los 21,08 millones de kilómetros cuadrados. Este evento atmosférico, que habitualmente se desarrolla sobre el océano Antártico entre agosto y diciembre, mostró una evolución que se asemejó más a la dinámica de 2024 y al promedio histórico de 1979 a 2022, distanciándose del patrón observado en 2023.

El agujero de la capa de ozono se redujo en 2025 a su quinto nivel más bajo desde 1992 y podría cerrarse hacia la década de 2060.

La aparición del agujero en 2025 fue más temprana que en 2024, con mediciones previas a septiembre ya indicando una superficie de 15 millones de kilómetros cuadrados con niveles bajos de ozono. La confirmación oficial del cierre se produjo el 1 de diciembre, lo que representa la desaparición más temprana registrada desde 2019. Este suceso marca el segundo ciclo consecutivo con un agujero de menor magnitud y corta duración, en contraste con las temporadas más extensas y persistentes documentadas entre 2020 y 2023.

Laurence Rouil, directora del CAMS, entidad con sede en Bonn, Alemania, y adscrita al Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF), calificó el desarrollo como una "señal alentadora". Rouil destacó que esta reducción en el área máxima refleja el progreso continuo en la restauración de la capa protectora, un logro directamente atribuible a la implementación global de la prohibición de las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono (SAO).

El contexto de esta recuperación se remonta al descubrimiento en la década de 1970 sobre la degradación de la capa de ozono por clorofluorocarbonos (CFC), utilizados en aerosoles y refrigeración. Esta evidencia impulsó el Protocolo de Montreal, que entró en vigor en 1989 y resultó en la eliminación de más del 99% de la producción y consumo de CFC. La Organización Mundial de la Meteorología (OMM) reportó en septiembre de 2025 que la tendencia de recuperación a largo plazo es un testimonio del éxito de esta acción internacional concertada, a pesar de las variaciones anuales inducidas por factores atmosféricos naturales.

La Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, aprobada en 2016, amplió el acuerdo para controlar los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases de efecto invernadero. Rouil subrayó que el avance observado en 2024 y 2025 sustenta la expectativa de una sanación gradual de la capa que filtra la radiación solar, sirviendo como recordatorio de la capacidad humana para abordar desafíos ambientales planetarios mediante la cooperación internacional. Científicos proyectan que, si se mantienen las políticas actuales, la capa de ozono antártica podría regresar a los niveles de 1980 a mediados de siglo, aunque evaluaciones previas de la OMM y el PNUMA situaban la recuperación total cerca de 2066. La vigilancia constante, apoyada por herramientas de monitoreo avanzadas como las del CAMS, sigue siendo fundamental para gestionar la variabilidad atmosférica y asegurar la trayectoria de restauración.

Fuentes

  • Jornal de Brasília

  • Copernicus

  • Jornal de Brasília

  • World Meteorological Organization WMO

  • WMO Bulletin shows recovery of ozone layer, driven by science; UN body

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