Cuatro Lanzas Medievales Únicas del Siglo X-XI Emergieron del Fondo del Lago Lednica en Polonia

Durante la campaña de exploración llevada a cabo en 2025, un equipo de arqueólogos subacuáticos logró recuperar del lecho del lago Lednica, ubicado en la región occidental de Polonia, cuatro ejemplares de lanzas medievales que se encuentran en un estado de conservación extraordinario. Estas piezas, datadas en el crucial periodo de transición entre los siglos X y XI de nuestra era, son de vital importancia para desentrañar los secretos de la cultura bélica y la estructura jerárquica de los albores del estado Piast. El lago Lednica es un sitio arqueológico de renombre, habiéndose extraído previamente más de 280 artefactos de la Alta Edad Media de sus aguas, abarcando el reinado de figuras históricas como Miecislao I y Boleslao I el Bravo.

La dirección de estos trabajos recayó en expertos de la Universidad Nicolás Copérnico, destacando la labor del profesor Andrzej Pydyn y el doctor Mariusz Popek, ambos adscritos al Centro de Arqueología Subacuática. Los cuatro pertrechos recuperados exhiben una notable disparidad tanto en su diseño constructivo como en los detalles decorativos. El ejemplar más corto, que mide aproximadamente 2,1 metros, destaca por haber conservado una porción significativa de su asta original de fresno. Además, su punta estaba rematada con un anillo de cuerno de ciervo, un detalle sumamente infrecuente en hallazgos de esa antigüedad.

Otro de los herretes presenta una silueta elegante, cuya forma recuerda a la hoja de un sauce, lo que sugiere la existencia de sofisticadas técnicas artesanales locales en aquella época. El profesor Pydyn subraya que la preservación de los componentes de madera en una de las lanzas es sencillamente excepcional; de hecho, solo otros dos lanzas halladas previamente en Lednica pueden presumir de conservar partes de madera originales.

La tercera lanza representa la cúspide de la metalurgia de ese tiempo, ya que fue fabricada mediante la técnica de soldadura por damasquinado. Este método complejo, que implicaba la unión repetida de acero dulce de bajo carbono con acero duro de alto carbono, confería a la hoja propiedades balísticas superiores y era un claro indicativo de maestría artesanal de primer nivel. Sin embargo, el objeto más sobresaliente es la cuarta lanza, apodada extraoficialmente como la «lanza del príncipe». Su casquillo está ricamente ornamentado con incrustaciones de oro, plata, bronce, estaño, zinc y plomo. El patrón decorativo incluye motivos en espiral y el símbolo del trisquel, elementos que, según el doctor Pydyn, pudieron funcionar como marcadores de alto estatus social del portador, ya fuera en contextos ceremoniales o bélicos.

El doctor Popek especula que esta pieza tan suntuosa podría no haber sido un arma de combate, sino más bien un símbolo de autoridad, una insignia personal de un oficial de alto rango o incluso una ofrenda ritual. La isla Ostrów Lednicki, donde se realizaron los descubrimientos, ha sido históricamente un centro político y religioso fundamental, sirviendo de baluarte para los primeros gobernantes de Polonia, Miecislao I y Boleslao el Bravo.

El interrogante sobre la razón de esta concentración de armamento en el fondo lacustre sigue abierto: podría deberse a pérdidas durante enfrentamientos armados o a sacrificios rituales deliberados. Considerando el contexto histórico, que incluye posibles acciones militares en la década de 1030 con la participación del príncipe checo, la hipótesis de las bajas en combate tiene cierto fundamento. No obstante, el lujo evidente de la «lanza principesca» inclina a los investigadores a considerar seriamente su función simbólica en la consolidación de la legitimidad dinástica de los Piast.