Líbano avanza en el desarme de facciones palestinas en campamentos de refugiados

Líbano ha iniciado el proceso de desarme de facciones palestinas dentro de sus campamentos de refugiados, un paso significativo hacia la consolidación de la autoridad estatal. La iniciativa, que comenzó en agosto de 2025 en el campamento de Burj al-Barajneh en Beirut, forma parte de un esfuerzo gubernamental más amplio para centralizar todas las armas bajo el control del ejército nacional para finales de año. Este proceso se deriva de un acuerdo alcanzado en mayo de 2025 entre el presidente palestino Mahmoud Abbas y el presidente libanés Joseph Aoun, subrayando la determinación de Líbano de afirmar su soberanía y monopolizar el uso de la fuerza.

El acuerdo estipula que solo el Estado libanés debe poseer armas, una postura que refuerza la soberanía nacional e introduce un nuevo paradigma en la gestión de la seguridad interna. El inicio de la entrega de armas, que incluye rifles, pistolas, cohetes Grad, lanzagranadas, ametralladoras y granadas de mano, marca un paso tangible hacia el objetivo declarado del gobierno libanés. Sin embargo, el proceso enfrenta desafíos, ya que algunas facciones palestinas han expresado reticencia y buscan garantías específicas de derechos y seguridad, lo que indica la complejidad de las negociaciones en curso.

La comunidad internacional ha acogido con satisfacción estos esfuerzos. El enviado de Estados Unidos a Líbano, Thomas Barrack, describió la medida como un "paso histórico hacia la unidad y la estabilidad", destacando el potencial de la iniciativa para fomentar la estabilidad regional. Estados Unidos ha respaldado esta iniciativa con un paquete de asistencia de seguridad de 14,2 millones de dólares destinado a mejorar la capacidad de las Fuerzas Armadas Libanesas para desmantelar arsenales y la infraestructura militar de grupos no estatales.

Históricamente, los campamentos de refugiados palestinos en Líbano han operado en gran medida fuera de la jurisdicción del estado libanés, con facciones palestinas manteniendo el control de la seguridad interna. Esta situación se remonta a la creación de Israel en 1948, cuando cientos de miles de palestinos fueron desplazados a Líbano. A lo largo de los años, grupos como Fatah, Hamás y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) establecieron presencia en estos campamentos. La falta de derechos civiles clave para los refugiados palestinos ha llevado a muchos a depender de facciones armadas para su protección.

El contexto actual de desarme se produce tras un período de intensas hostilidades entre Israel y Hezbollah, que culminaron en un alto el fuego en noviembre de 2024. Las recientes acciones de Israel contra Hezbollah han debilitado significativamente al grupo, creando un entorno propicio para que Líbano avance en su agenda de desarme. A pesar de la resistencia de Hamás y la Yihad Islámica a entregar sus arsenales, el proceso de desarme de las facciones de la OLP representa un avance significativo. El éxito de esta iniciativa es crucial para la estabilidad interna de Líbano y la arquitectura de seguridad regional más amplia.