Sismo de Magnitud 7.5 en el Norte de Japón Provoca Evacuaciones y Alerta de Tsunami

Un movimiento sísmico de magnitud preliminar 7.6, posteriormente ajustada a 7.5, afectó la región septentrional de Japón el lunes 8 de diciembre de 2025, a las 23:15 hora local (14:15 GMT). El epicentro se localizó en el mar, a unos 50 kilómetros de profundidad frente a la Prefectura de Aomori, en el noreste del archipiélago. El evento sísmico, que se inscribe en la alta actividad del Anillo de Fuego del Pacífico, registró una intensidad superior a 6 en la escala japonesa de siete niveles en la zona noreste, aunque el temblor se sintió hasta Tokio, donde alcanzó el nivel 2.

La respuesta institucional fue inmediata. La Primera Ministra, Sanae Takaichi, quien asumió el cargo el 21 de octubre de 2025, dirigió la gestión de la emergencia desde el Kantei, la sede del gobierno central en Tokio. Takaichi confirmó un balance inicial de al menos 30 personas lesionadas y reportó un incendio residencial, al tiempo que solicitó a la población mantener la cautela ante la posibilidad de réplicas significativas en los días siguientes.

La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitió una alerta de tsunami, previendo olas de hasta tres metros para las costas de Aomori, la vecina Iwate y la punta sur de Hokkaido. Esta advertencia motivó la evacuación preventiva de más de 20,000 personas, aunque otras fuentes manejaron cifras que oscilaron entre 23,000 y 90,000 residentes evacuados en la fase inicial. El impacto en la infraestructura de transporte incluyó la suspensión parcial de las operaciones del tren bala Shinkansen en la línea Tohoku, entre Morioka e Shin-Aomori, para inspecciones de seguridad.

Las réplicas continuaron siendo un foco de atención; al martes por la mañana se habían registrado al menos 15 temblores con magnitud superior a 3, incluyendo uno de 6.4. La JMA utilizó su mecanismo de advertencia específico, emitiendo la 'Información para precaución sobre posibles grandes réplicas frente a Hokkaido y Sanriku' el 9 de diciembre, siendo la primera vez que se activaba desde su implementación en diciembre de 2022. Posteriormente, las autoridades rebajaron la alerta de tsunami a un aviso simple tras verificar subidas del nivel del mar de hasta 70 centímetros en puntos como el puerto de Kuji en Iwate.

Este suceso se produce en un contexto recurrente de actividad sísmica en Japón, contrastando con el terremoto del Día de Año Nuevo de 2024 en la Península de Noto, que causó cerca de 400 víctimas mortales. La gestión gubernamental, priorizando la seguridad humana, busca reforzar la confianza en los protocolos de respuesta ante desastres naturales, un área de inversión histórica para el país.