Llamarada Solar Clase X Causa Interrupción de Comunicaciones de Alta Frecuencia en Australia

El 1 de diciembre de 2025, el Sol emitió una potente llamarada solar catalogada preliminarmente como de clase X1.9, alcanzando su máxima intensidad alrededor de las 05:49, hora de Moscú. Este evento se posiciona entre los cinco más significativos registrados en lo que va del año, aunque fue inferior a la llamarada X5.1 observada el 11 de noviembre anterior. Las clasificaciones de erupciones solares, según la metodología de la NASA, utilizan una escala logarítmica donde cada letra representa un aumento de diez veces en la energía liberada, siendo las de clase X las más intensas y capaces de afectar la ionosfera terrestre.

A pesar de que la región de origen de la erupción se encontraba angularmente desplazada de la línea directa Tierra-Sol, lo que redujo la probabilidad de una eyección de masa coronal (CME) de gran magnitud dirigida al planeta, la perturbación ionosférica fue suficiente para generar efectos localizados. Específicamente, la alteración provocó una interrupción temporal, de aproximadamente 30 minutos, en las comunicaciones por radio de alta frecuencia (HF), afectando principalmente las señales utilizadas por la aviación y el sector marítimo sobre la región de Australia. Las ráfagas de rayos X asociadas a estas llamaradas cargan eléctricamente la atmósfera superior, lo que resulta en una mayor absorción de las señales de radio HF, causando los apagones de onda corta.

Expertos en clima espacial indican que, si bien las tormentas geomagnéticas directas eran poco probables con este evento, la actividad solar general se mantiene elevada mientras el Ciclo Solar 25 se acerca a su máximo previsto. El Ciclo Solar 25, iniciado en diciembre de 2019, ha demostrado ser más robusto de lo que la mayoría de los modelos científicos anticiparon inicialmente, superando los valores pronosticados por el Panel de Predicción del Ciclo Solar 25, que estimaba un máximo de 115 manchas solares para julio de 2025. La región activa responsable de esta explosión X1.9, identificada como estrella número 4274, ya había generado cinco explosiones de Clase X a principios de noviembre, según registros del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia.

La persistencia de la actividad en el Ciclo 25, que ya incluye eventos más potentes como la llamarada X8.7 en mayo de 2024 y la X9.0 en octubre de 2024, subraya la importancia del monitoreo continuo de estos fenómenos espaciales. La infraestructura crítica, incluyendo los sistemas de navegación aérea y marítima, debe mantener protocolos de contingencia para estas fluctuaciones en el entorno espacial que, aunque breves, impactan los sistemas dependientes de la propagación de ondas de radio a través de la ionosfera.