El Congreso de EE. UU. Lucha por la Transparencia: El Camino Hacia la Revelación de los Fenómenos Aéreos No Identificados

En los últimos años, el tema de los objetos voladores no identificados (OVNI), ahora denominados oficialmente Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI o UAP, por sus siglas en inglés), ha captado una atención creciente. Estos enigmáticos sucesos, observados tanto en el cielo como sobre los océanos, no solo intrigan a los entusiastas de la ciencia ficción, sino que también preocupan profundamente a científicos, militares y legisladores.

Recientemente, en el pódcast Weaponised, conducido por los periodistas Jeremy Corbell y George Knapp, varios miembros del Congreso de EE. UU. —Anna Paulina Luna, Tim Burchett y Eric Burlison— ofrecieron una visión franca sobre el asunto. El debate se centró en la falta de transparencia en las investigaciones de los FANI y la necesidad de tomar medidas drásticas, incluida la posible retirada de fondos a la oficina gubernamental encargada de este tema.

¿Qué son los FANI y por qué son Cruciales?

Los Fenómenos Aéreos No Identificados se definen como objetos o eventos aéreos, espaciales o submarinos que no pueden ser explicados de inmediato. Según testimonios de personal militar y pilotos, estos objetos exhiben características extraordinarias: pueden alcanzar velocidades supersónicas, modificar su trayectoria de forma instantánea e incluso sumergirse en el agua sin sufrir daños aparentes. Las hipótesis varían desde tecnología avanzada de naciones adversarias hasta fenómenos naturales o, incluso, algo de origen no terrestre. No obstante, la escasez de datos públicos obstaculiza un análisis riguroso.

En 2020, el Pentágono estableció la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) con el propósito de investigar los FANI, recopilando y analizando informes de avistamientos. Sin embargo, los congresistas expresaron su frustración, señalando que AARO no está cumpliendo su función como un “intermediario honesto” de la información. Anna Paulina Luna fue categórica al afirmar: “AARO no ha sido sincera con el Congreso desde el principio. Lo que están haciendo es inaceptable”. Propuso cesar la financiación de la oficina, argumentando que el gobierno desvía miles de millones de dólares a programas que ocultan la verdad al pueblo.

Obstáculos al Acceso y el Muro de la Reserva

Uno de los puntos centrales del debate fue la denegación de acceso a material sensible. Luna relató que, si bien se informó al Congreso sobre la ubicación de grabaciones de FANI dentro del Departamento de Defensa, la solicitud para revisarlas fue rechazada, incluso dentro de instalaciones seguras (SCIF). “Tenemos una carta de denegación directa. Esto no es solo un problema para el Congreso, sino para la seguridad nacional”, señaló. Si estos artefactos representan tecnología enemiga, surge la pregunta lógica: ¿por qué se ocultan a los legisladores?

Los legisladores también hicieron referencia a los “guardianes de los secretos”, funcionarios que supuestamente obstruyen la divulgación de información. Eric Burlison mencionó a Glenn Gaffney, ex director de Ciencia y Tecnología de la CIA, sugiriendo que debería ser citado a declarar. “Esta es parte de la lista que entregaré al presidente del comité, James Comer”, indicó Burlison. Dichas acciones, según los políticos, son necesarias para perforar el velo del secretismo.

Evidencia y el Rigor Científico

Durante la conversación en el pódcast, se recordó el testimonio de James Lacatski, antiguo jefe del programa de estudio de FANI en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Lacatski afirmó que Estados Unidos posee restos de un artefacto de origen desconocido que lograron inspeccionar. Este objeto carecía de propulsores, combustible o sistemas de control visibles, pero poseía una aerodinámica notable. Burlison comentó que, si bien Lacatski no está dispuesto a revelar más detalles de lo ya publicado en sus libros, se le podría interrogar a puerta cerrada.

Los expertos científicos insisten en la necesidad de datos empíricos verificables. Por ejemplo, muchos avistamientos oceánicos ocurren en zonas profundas, lo que sugiere una posible actividad subacuática. “Hemos visto cosas que desafían toda explicación”, compartió Luna, haciendo referencia a videos clasificados. Estas declaraciones están respaldadas por los informes consistentes de pilotos y personal militar.

El Momento de la Verdad

Los congresistas están convencidos de que ha llegado el momento de efectuar un cambio significativo. Planean nuevas audiencias, posiblemente para enero, y hacen un llamado a proteger a los testigos que temen represalias. Burchett enfatizó: “Un grupo dice que no hay nada, otro afirma que sí existe. Yo quiero saber en qué se gastan los miles de millones de dólares de los contribuyentes”.

Este debate subraya el interés creciente de la sociedad en el fenómeno FANI. Si el Congreso logra imponer la transparencia, podríamos obtener respuestas a interrogantes que han inquietado a la humanidad durante siglos: ¿estamos solos en el cosmos? Por ahora, corresponde seguir de cerca la evolución de los acontecimientos, manteniendo una postura basada en hechos y un sano escepticismo científico.