Nuevas Identidades para la Población de Ballenas Francas del Atlántico Norte en Peligro Crítico

El esfuerzo por la supervivencia de la ballena franca del Atlántico Norte, catalogada en peligro crítico, se ve reforzado con la asignación de nuevas designaciones para facilitar su monitoreo. Investigadores del Acuario de Nueva Inglaterra revelaron una nueva tanda de nombres, un ritual anual crucial para el seguimiento de estos vulnerables mamíferos marinos en su extenso hábitat oceánico. Esta labor de catalogación permite a los equipos científicos distinguir a los individuos en tiempo real, fortaleciendo las estrategias de vigilancia.

Este año se incorporaron dieciocho nombres nuevos al registro, elevando el total de ejemplares identificados a 384. Entre las nuevas identidades figuran nombres como 'Lasagna', 'Scorpion', 'Dandelion', 'Taffy', 'Spectre' y 'Athena', seleccionados cuidadosamente basándose en marcas físicas distintivas o datos conocidos de cada animal. El proceso de selección es colaborativo y se define mediante un sistema de votación por orden de preferencia entre diversos grupos de investigación. La población del Atlántico noroccidental representa más del 90% de la especie, mientras que la subpoblación del Atlántico nororiental se considera funcionalmente extinta o extremadamente escasa.

La ballena franca del Atlántico Norte, o *Eubalaena glacialis*, enfrentó históricamente la caza debido a su docilidad y tendencia a flotar tras la muerte. A pesar de los informes recientes que indican un ligero repunte a 384 ejemplares contabilizados en 2025, ocho más que el año anterior, la especie se mantiene en una encrucijada crítica. Científicos como Philip Hamilton del Centro Anderson Cabot para la Vida Oceánica enfatizan que un crecimiento sostenido, aunque modesto, es clave para asegurar el futuro de la especie. Se registraron 11 nacimientos este año, incluyendo madres primerizas y una reducción en los intervalos reproductivos, lo que sugiere una mejora en la vitalidad poblacional.

Las principales amenazas actuales son un reflejo de las interacciones modernas con la actividad humana. El enredo en artes de pesca y las colisiones con embarcaciones continúan siendo los peligros más graves que obstaculizan la recuperación total. Se ha señalado que el uso de cuerdas más resistentes, adoptadas en la década de 1990, podría estar exacerbando los problemas de enredo. Además, estudios han revelado que la condición corporal de estas ballenas es inferior a la de sus parientes del hemisferio sur, lo que sugiere desafíos nutricionales subyacentes. Su migración anual, desde las zonas de cría en Florida y Georgia hasta las aguas de alimentación en Nueva Inglaterra y el Golfo de San Lorenzo, las expone a áreas de intenso tráfico marítimo.

La designación de "en peligro crítico" por parte de la UICN sirve para elevar la conciencia política y movilizar protecciones más estrictas. Este esfuerzo colectivo busca reajustar la interacción humana con el entorno natural para asegurar la continuidad de la especie.