Rusia y Arabia Saudita Establecen un Régimen de Exención Mutua de Visados con Potencial Flexibilización de Restricciones Turísticas

Un acuerdo trascendental para la supresión recíproca de los requisitos de visado para los titulares de todo tipo de pasaportes entre la Federación Rusa y el Reino de Arabia Saudita (KSA) fue formalmente rubricado el 1 de diciembre de 2025. La ceremonia tuvo lugar en Riad, en el marco del Foro de Inversión y Negocios Ruso-Saudí. El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, quien participó en la firma, indicó que la implementación de este documento se prevé para principios de 2026. Este plazo se debe a la necesidad de completar los trámites formales y el intercambio de notificaciones oficiales, un proceso que, según las estimaciones, requerirá aproximadamente unos 60 días.

Este convenio, de carácter integral, autorizará a los ciudadanos de ambos países a permanecer en el territorio del otro por un máximo de 90 días dentro de un mismo año natural. Esta facilidad se aplicará a estancias con fines turísticos, de negocios o para la realización de peregrinaciones. Sin embargo, quedan excluidas las visas destinadas a actividades laborales, estudios o residencia permanente, así como aquellas relacionadas específicamente con la peregrinación del Hajj. Los analistas del sector turístico, incluyendo voces destacadas de la Asociación de Operadores Turísticos de Rusia (ATOR), han recibido la noticia como un catalizador significativo para el incremento del flujo de visitantes, anticipando un aumento de entre dos y tres veces en el número de turistas para el verano de 2026.

De manera paralela a este avance diplomático, los expertos están debatiendo la posibilidad de una relajación en las estrictas normativas sauditas relativas al consumo de alcohol, las muestras públicas de afecto y el código de vestimenta para los viajeros extranjeros. Boris Dolgov, doctor en Ciencias Históricas y miembro principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias, subrayó que el interés saudí por posicionarse como un destino turístico más atractivo podría motivar una flexibilización gradual de estas regulaciones. Esto sería especialmente cierto en las zonas turísticas designadas, creadas con la mira puesta en los viajeros europeos y rusos.

Actualmente, el marco legal de KSA se fundamenta en los preceptos de la Sharia, lo cual impone directrices estrictas sobre la conducta y la apariencia, incluyendo la ausencia de clubes nocturnos y bares, además de requerimientos específicos sobre la vestimenta femenina. No obstante, el impulso al desarrollo turístico, pieza clave de la agenda nacional saudita, está actuando como motor de cambio. La aerolínea nacional, Saudia, ya está planificando aumentar la frecuencia de sus vuelos desde Rusia, con la intención de expandir sus rutas para incluir ciudades como Kazán y Sochi. El impacto real de la exención de visados estará intrínsecamente ligado a la mejora de la infraestructura y la accesibilidad de las conexiones aéreas.

En un contexto geopolítico más amplio, la simplificación del régimen de visados refleja una tendencia hacia la multipolaridad global. Según el análisis de Boris Dolgov, este movimiento también se vincula al fortalecimiento de las posiciones de Rusia y China en la región, especialmente tras la incorporación de KSA al grupo BRICS. A pesar de estas facilidades, es fundamental que los turistas recuerden la necesidad de mostrar sumo respeto por la idiosincrasia cultural única del Reino. El desconocimiento de las leyes locales, basadas en la Sharia, no eximirá a nadie de las responsabilidades legales correspondientes.