Las Ratas Rex: Un Vistazo a su Pelaje Ondulado y Cuidados Esenciales

Las ratas de la variedad Rex son muy apreciadas entre los entusiastas de las mascotas exóticas debido a una característica distintiva: su pelaje suave y notablemente ondulado. Esta peculiaridad surge directamente de una mutación genética dominante que afecta al gen Rex, el cual interfiere con el desarrollo normal de los folículos pilosos. Como resultado de esta alteración genética, incluso los bigotes de estos roedores presentan una curvatura evidente.

En el ámbito de los roedores ornamentales, la presencia del alelo “Re” (Rex) en forma heterocigota (Rere) es lo que produce el efecto Rex característico. Sin embargo, si el gen se presenta en forma homocigota dominante (ReRe), puede desencadenar una condición conocida como “doble-rex”, la cual en ocasiones se manifiesta como una ausencia casi total de pelo, dejando al animal prácticamente calvo.

Generalmente, estos animales exhiben un temperamento apacible, aunque son muy activos y curiosos. Su naturaleza juguetona y su notable inteligencia les permiten aprender comandos, ejecutar trucos sencillos e incluso reconocer su propio nombre. Son compañeros interactivos que disfrutan de la estimulación.

Bajo condiciones de cuidado óptimas, que incluyen una dieta equilibrada y un entorno libre de estrés significativo, la esperanza de vida promedio de las ratas Rex se extiende hasta los tres años. Este periodo contrasta fuertemente con su supervivencia en la naturaleza, donde rara vez superan el año y medio de vida.

Para mantener a un pequeño grupo de estas ratas, se recomienda un espacio mínimo de alojamiento que mida 60x40x30 cm. Son adecuadas tanto las jaulas de alambre con barrotes estrechos como los terrarios de vidrio, siempre y cuando estos últimos cuenten con una cubierta que garantice una ventilación adecuada. En cuanto al sustrato, es preferible utilizar virutas de álamo o materiales a base de papel. Es crucial evitar el uso de virutas de cedro y pino, ya que los fenoles que desprenden pueden ser perjudiciales para su sistema respiratorio.

El ambiente ideal para su bienestar se sitúa en un rango de temperatura de 18 a 22°C, con una humedad relativa mantenida entre el 50% y el 60%. Es fundamental que su hábitat promueva la actividad física. Esto implica proporcionarles ruedas para correr con superficies sólidas, diversos túneles, plataformas multinivel, escondites seguros y objetos apropiados para que puedan desgastar sus dientes, que crecen continuamente.

La higiene diaria es indispensable; se debe retirar puntualmente la cama sucia y asegurar un suministro constante de agua fresca. La limpieza profunda de la jaula, que incluye el reemplazo total del sustrato y la desinfección, debe realizarse al menos cada dos semanas, aunque lo ideal sería hacerlo semanalmente para prevenir problemas sanitarios.

Su alimentación debe basarse primordialmente en pienso granulado de alta calidad formulado para roedores. Este debe complementarse con pequeñas porciones de vegetales frescos o larvas de gusano de la harina, que aportan nutrientes adicionales.

Dado que las ratas son seres inherentemente sociales, el aislamiento puede inducirles un estrés considerable. Por ello, es fundamental que tengan compañía de otros congéneres; mantenerlas en parejas o en pequeños grupos es la mejor práctica para su salud emocional.

Implementar estas medidas de cuidado de forma constante y metódica asegura que estas mascotas se mantengan sanas y vivaces, convirtiéndolas en excelentes compañeros para familias e incluso para aquellos que se inician en el mundo de la tenencia de animales exóticos.