Putin y Enviado de EE. UU. Discuten Plan de Paz para Ucrania sin Avance Territorial

El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió el martes 2 de diciembre de 2025 en el Kremlin con el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, quien asistió acompañado por Jared Kushner, asesor del expresidente Donald Trump. La reunión, que se prolongó durante casi cinco horas, se centró en la revisión y discusión de una propuesta de paz para el conflicto en Ucrania, un marco que ya había sido ajustado tras consultas previas con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y socios europeos en Ginebra el 23 de noviembre de 2025.

El plan diplomático presentado por la delegación estadounidense incluía estipulaciones sobre un cese al fuego, garantías de seguridad, límites a las fuerzas armadas ucranianas, la postura de la OTAN y la reconstrucción posterior a la guerra. El asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, calificó las conversaciones como «útiles y sustanciales», confirmando que se abordaron en detalle los pasos futuros para la resolución de la crisis. A pesar de este diálogo, el núcleo de la disputa se mantuvo inalterado: el control territorial sobre aproximadamente el 20% del territorio ucraniano ocupado por Rusia, incluyendo Crimea, Donbás y partes de las regiones de Jersón y Zaporiyia.

Ushakov confirmó explícitamente que no se logró ningún compromiso sobre este punto fundamental, aunque señaló que ciertas sugerencias estadounidenses fueron consideradas «más o menos aceptables» para un debate posterior. La postura del Kremlin sobre las anexiones se mantuvo «inquebrantable», si bien fuentes cercanas a la delegación estadounidense indicaron que Putin mostró interés en aspectos económicos y de seguridad específicos del plan. Este encuentro representó la sexta visita de Witkoff a Rusia en 2025, consolidándolo como el canal principal de comunicación entre la administración Trump y la presidencia rusa.

Putin advirtió a las naciones europeas, acusándolas de introducir exigencias inaceptables para Moscú en los documentos de negociación, lo que obstaculizaría los esfuerzos de paz estadounidenses. Desde Kiev, la reacción fue de cautela; Zelenski enfatizó que cualquier determinación sobre Ucrania debe incluir la participación directa de Ucrania, manteniendo la soberanía nacional como principio innegociable. Un funcionario de la Casa Blanca describió el diálogo como un «paso inicial realista pero difícil», manteniendo expectativas moderadas sobre un acuerdo inmediato, mientras que el negociador ucraniano, Rustem Umerov, recordó las limitaciones constitucionales y de opinión pública para ceder territorio.

A pesar del estancamiento en los temas territoriales, se discutieron elementos como las garantías de seguridad y la cooperación económica futura entre Estados Unidos y Rusia, con la presencia del emisario económico ruso, Kiril Dmítriev. El Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, había reportado previamente «algún progreso» en las conversaciones relativas a un alto el fuego. Se prevé que la siguiente fase de contactos entre Washington y Moscú se realice en diciembre, con posibles sedes en Arabia Saudita o Turquía, subrayando que la paz requiere un «trabajo arduo» continuo.