Declaraciones de la Primera Ministra de Japón sobre Taiwán Intensifican la Crisis con la República Popular China

Editado por: Svetlana Velgush

La tensión geopolítica en Asia Oriental escaló notablemente en noviembre de 2025, a raíz de las contundentes declaraciones emitidas por la Primera Ministra de Japón, Sanae Takaichi, concernientes al estatus de Taiwán (República de China, RC). Durante su comparecencia ante el parlamento el día 7 de noviembre, la señora Takaichi calificó cualquier posible agresión de la República Popular China (RPC) contra Taipéi como una «situación que amenaza la supervivencia» de Japón. Esta afirmación, sin precedentes por parte de ningún gobierno japonés posterior a la Segunda Guerra Mundial en relación con Taiwán, sienta potencialmente las bases para una respuesta militar de Tokio, amparada en la legislación de legítima defensa colectiva aprobada en 2015 bajo la administración de Shinzō Abe.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de la RPC reaccionó de inmediato, tachando las palabras de Takaichi de «extremadamente peligrosas» y «provocadoras». En represalia directa, Pekín convocó al embajador japonés en la RPC, Kensuke Kanaseki, el 14 de noviembre, e implementó sanciones económicas inmediatas. Entre estas medidas punitivas se incluyó una prohibición total de las importaciones de productos del mar japoneses, lo que supuso un golpe severo para el sector pesquero nipón. Adicionalmente, las autoridades chinas aconsejaron a sus ciudadanos abstenerse de realizar viajes turísticos a Japón.

Los analistas económicos estiman que la pérdida de los 6 millones de turistas chinos anuales podría acarrear pérdidas aproximadas de 11 mil millones de dólares estadounidenses para la economía japonesa. Tras este anuncio, se produjeron demoras en la exhibición de películas japonesas y la cancelación de diversos eventos culturales en territorio continental chino. Este pulso económico evidencia la profunda interdependencia y la fragilidad de los lazos comerciales entre ambas naciones.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la RPC, Wang Wenbin, reafirmó la postura de Pekín el 28 de noviembre. Subrayó que la reintegración de Taiwán en China es un pilar inalienable del orden internacional de posguerra, tal como se estipula en las Declaraciones de El Cairo y Potsdam. En un gesto de desafío ante la presión económica de Pekín, el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, compartió en redes sociales una fotografía comiendo sushi, lo que generó visible irritación en la capital china. Paralelamente, Taipéi está demostrando su firmeza al planificar un incremento en su gasto en defensa hasta alcanzar el 3,3% de su Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2026.

El conflicto diplomático podría extenderse, según advirtió el ministro de Asuntos Exteriores taiwanés, Lin Chia-lung, el 2 de diciembre, si bien manifestó su esperanza en alcanzar un punto de entendimiento. La situación se ve aún más complicada por la inminente cumbre entre los líderes de Estados Unidos y la RPC. El presidente estadounidense, Donald Trump, aceptó la invitación del presidente chino, Xi Jinping, para visitar Pekín en abril de 2025, un encuentro anunciado el 24 de noviembre. A finales de noviembre, Trump instó a Takaichi a actuar con prudencia en una conversación telefónica, aunque sin imponer exigencias concretas.

Las autoridades de Taiwán albergan el temor de que, durante esta reunión, Trump pueda ceder terreno en el asunto taiwanés a cambio de la cooperación de China en la resolución de los conflictos en Ucrania y Gaza. Esta cita cumbre de abril de 2025 se perfila, por ende, como un momento decisivo para definir la trayectoria de la seguridad regional. La tensión subyacente se nutre de disputas históricas, como la controversia no resuelta sobre las islas Senkaku/Diaoyu en el Mar de China Oriental, donde Japón ha desplegado sistemas de misiles. Las palabras de Takaichi marcan un quiebre con la cautela tradicional de los primeros ministros japoneses, quienes históricamente han evitado definiciones tajantes sobre Taiwán para preservar un equilibrio delicado. Mientras China intensifica su asedio diplomático, las principales aerolíneas, incluyendo Air China, China Southern Airlines y China Eastern Airlines, han comenzado a ofrecer reembolsos gratuitos para billetes con destino a Japón. Esta crisis pone de manifiesto la vulnerabilidad de la estructura de seguridad en el Pacífico Asiático, que pende de un hilo en el complejo juego diplomático entre Washington, Pekín y Tokio.

2 Vues

Fuentes

  • IlSussidiario.net

  • MarketScreener Italia

  • Radio Maria

  • Sky TG24

  • LaDiscussione

  • MarketScreener Italia

¿Encontró un error o inexactitud?

Consideraremos sus comentarios lo antes posible.

Declaraciones de la Primera Ministra de Ja... | Gaya One