La Unión Europea ha aprobado un préstamo de 35.000 millones de euros destinado a Ucrania, el cual será financiado con las ganancias generadas por activos rusos congelados. Esta iniciativa, aprobada en octubre de 2024, forma parte de un compromiso más amplio del G7 para proporcionar hasta 50.000 millones de dólares en ayuda financiera a Ucrania. El plan de la Comisión Europea implica la emisión de bonos de la UE, garantizados por los estados miembros, que se respaldarán con los intereses generados por los activos rusos inmovilizados.
La intención principal de este préstamo es ofrecer un alivio financiero inmediato a Ucrania, con la expectativa de que Rusia eventualmente cubra los daños de guerra. Se prevé que el desembolso de este préstamo se realice para octubre de 2025, fortaleciendo así la estabilidad económica y los esfuerzos de reconstrucción del país. Este mecanismo financiero innovador se alinea con el acuerdo del G7, alcanzado en junio de 2024, que estableció un apoyo financiero de hasta 50.000 millones de dólares a Ucrania, utilizando como respaldo los activos del banco central ruso congelados. La UE, a través de esta estructura de préstamos, busca que la carga de la reconstrucción recaiga sobre el agresor.
La estructura del préstamo, basada en las ganancias de los activos congelados, permite un desembolso rápido sin imponer una carga de deuda insostenible a Ucrania a corto plazo. La UE se compromete a monitorear la utilización efectiva de los fondos para la reconstrucción de infraestructuras y el apoyo a la economía ucraniana. La decisión de la UE de emplear las ganancias de los activos rusos congelados para financiar este préstamo representa un paso audaz en la diplomacia financiera internacional, enviando una fuerte señal política de compromiso con la recuperación a largo plazo de Ucrania.
Si bien este mecanismo de préstamo es un avance significativo, la gestión y el control de los sistemas para prevenir fraudes y otras irregularidades serán cruciales para garantizar la eficacia de la ayuda. Este tipo de financiación podría sentar un precedente para el uso de activos congelados en futuras situaciones geopolíticas, aunque también plantea complejas consideraciones legales y económicas. La aprobación de este préstamo por parte del Parlamento Europeo subraya la determinación del bloque de apoyar a Ucrania en el contexto del conflicto. La cantidad de 35.000 millones de euros se suma a otros tramos de ayuda financiera.
La UE ha sido un pilar fundamental en el apoyo presupuestario directo a Ucrania. El mecanismo ERA (Extraordinary Revenue Acceleration), parte de la iniciativa del G7, está diseñado para movilizar hasta 50.000 millones de dólares para Ucrania, respaldado por los ingresos de activos rusos congelados. Una parte significativa de estos fondos ya ha sido desembolsada y el resto se espera para finales de 2025. La flexibilidad en el uso de estos fondos, que son "no designados" y "no dirigidos", permitirá a Ucrania abordar sus necesidades más apremiantes en los sectores social, de defensa y de reconstrucción.