El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, junto con líderes europeos clave, viajará a Washington el 17 de agosto de 2025 para discutir garantías de seguridad para Ucrania. La delegación europea incluye al Canciller alemán Friedrich Merz, al Presidente francés Emmanuel Macron y al Primer Ministro británico Keir Starmer. Su presencia subraya un frente unido de apoyo a Ucrania, buscando influir en las discusiones y asegurar un resultado favorable para la seguridad de Kyiv.
Esta reunión se produce tras una cumbre en Anchorage, Alaska, donde el Presidente de EE. UU., Donald Trump, y el Presidente ruso, Vladimir Putin, discutieron el conflicto. Aunque no se alcanzó un acuerdo formal en Alaska, Trump sugirió que Ucrania debería considerar concesiones territoriales. Esta postura ha generado preocupación entre los líderes europeos y escepticismo en Kyiv, dada la historia de incumplimientos de acuerdos por parte de Rusia, como la anexión de Crimea en 2014. La comunidad internacional observa de cerca si las garantías de seguridad propuestas, descritas como similares al Artículo 5 de la OTAN pero directamente de EE. UU. y otros países europeos, serán suficientes para disuadir futuras agresiones. La falta de mecanismos de cumplimiento claros en acuerdos previos, como el Memorándum de Budapest de 1994, ha dejado a Ucrania con dudas sobre la fiabilidad de las promesas. La Unión Europea, a través de iniciativas como "ReArm Europe", planea destinar 800 mil millones de euros durante cuatro años para aumentar el gasto en defensa, y la OTAN apunta a un gasto del 5% del PIB en defensa para 2035, como respuesta a la modernización militar rusa y la creciente incertidumbre geopolítica.