Ucrania pretende establecer sus propias fuerzas espaciales para finales de 2025. Esta iniciativa forma parte de un ambicioso programa de desarrollo del sector de defensa e incluye la integración de la defensa aérea y antimisiles, así como el desarrollo de capacidades cibernéticas y espaciales. Para finales de 2025, prevé alcanzar el 60 % de disponibilidad operativa en estas áreas.
Como parte de esta estrategia, Ucrania también planea unirse a programas espaciales de la Unión Europea como Copernicus, Eventos Meteorológicos Espaciales y Objetos Cercanos a la Tierra, mediante la ratificación del acuerdo pertinente con la UE. Para 2026, se prevé la introducción de tecnologías militares avanzadas, incluyendo sistemas de ataque autónomos, soluciones basadas en inteligencia artificial, sistemas de guerra electrónica, así como el desarrollo de reconocimiento aeroespacial y visualización digital, integrados en un sistema unificado de gestión de batalla.
Estados Unidos estableció su Fuerza Espacial en 2019, y Francia su Fuerza Aeroespacial ese mismo año, invirtiendo 3.600 millones de euros en su desarrollo hasta 2025. China está desarrollando activamente sus capacidades espaciales, lanzando 45 satélites de defensa en 2022, 15 más que Estados Unidos, y posee uno de los sistemas de reconocimiento espacial más potentes del mundo. Rusia también es un actor importante en el sector espacial, con potencial para emplear armas más allá de la Tierra.