Nueva Zelanda Reforma la Gobernanza de Armas con Legislación Histórica

El 11 de noviembre de 2025, el gobierno de Nueva Zelanda presentó una serie de modificaciones legislativas de gran alcance destinadas a reajustar el marco regulatorio de armas de fuego de la nación. Este anuncio trascendental marca un giro deliberado hacia el establecimiento de una delimitación más clara de responsabilidades y el fortalecimiento de los protocolos de seguridad pública. Simultáneamente, la iniciativa busca restablecer un sentido de equilibrio con los custodios de armas de fuego debidamente autorizados. La esencia de esta revelación se centra en la reestructuración del mecanismo de supervisión y en la reafirmación de los mandatos de seguridad fundamentales que se establecieron tras una profunda tragedia nacional.

La alteración más significativa a nivel estructural implica la transferencia de la Autoridad de Seguridad de Armas de Fuego (Firearms Safety Authority) desde su posición actual incrustada dentro de la Policía de Nueva Zelanda hacia una entidad completamente autónoma que reportará directamente al gobierno central. Esta separación tiene como objetivo disolver los puntos de fricción percibidos, con la consecuencia de que los quince oficiales de policía actualmente asignados a la Autoridad regresarán a sus deberes de aplicación de la ley en primera línea. Hugh Devereux-Mack, portavoz del Consejo de Propietarios de Armas de Fuego con Licencia (Council of Licensed Firearms Owners), aplaudió la decisión de retirar a la policía de la función de concesión de licencias. Devereux-Mack mencionó experiencias previas de lo que calificó como un "trato injusto e intimidatorio" hacia los propietarios de armas bajo el esquema anterior. El gobierno concluyó que este cambio estructural servirá como catalizador para reconstruir la confianza entre el organismo regulador y la comunidad que supervisa.

Es crucial destacar que la prohibición casi total de las armas de fuego semiautomáticas, una respuesta legislativa directa a los devastadores ataques a la mezquita de Christchurch en 2019 que cobraron 51 vidas, se mantiene firmemente en vigor. Este compromiso subraya el enfoque inquebrantable del gobierno en prevenir futuros eventos de víctimas masivas. Además, las reformas introducen ajustes pragmáticos para los propietarios que cumplen con la normativa, incluyendo una extensión de los plazos de renovación de licencias y una mayor flexibilidad en el cumplimiento de las estipulaciones específicas de almacenamiento de armas. También se implementará un nuevo sistema de intercambio de información de 'alerta roja' ('red flag') entre varias agencias para mejorar la identificación proactiva de riesgos.

Reflejando una visión de futuro ante las amenazas emergentes, la legislación propuesta endurece significativamente los controles sobre la fabricación de armas de fuego que utilizan tecnología de impresión 3D. Estas medidas forman parte integral de una reescritura exhaustiva de la ley fundamental, el Acta de Armas de 1983 (Arms Act 1983). Se espera que el proyecto de ley llegue al Parlamento antes del cierre de 2025, con un cronograma de promulgación previsto para mediados de 2026. Cabe recordar que el proceso de consulta pública para esta reescritura comenzó a principios de 2025. Si bien se introducen mejoras estructurales, el Consejo de Propietarios de Armas de Fuego con Licencia expresó su decepción porque los cambios no incluyeron una propuesta para una nueva y actualizada definición de lo que constituye una persona "apta y adecuada" ("fit and proper") para la posesión de armas, sugiriendo que los criterios esenciales de idoneidad siguen siendo un tema pendiente para futuras deliberaciones.