Gran Apagón Nacional en República Dominicana: Recuperación Energética Tras la Falla del 11 de Noviembre

Editado por: S Света

El 11 de noviembre de 2025, la República Dominicana se vio sumida en un corte de energía a nivel nacional de proporciones históricas, afectando directamente a casi 11 millones de personas. Este incidente, que se convirtió en uno de los más significativos registrados en el país, solo comparable al colapso energético de abril en la Península Ibérica ocurrido ese mismo año, puso en evidencia la fragilidad subyacente de la infraestructura crítica dominicana y la necesidad imperante de reforzar su seguridad operativa.

El origen del masivo fallo se localizó con precisión a las 13:23 horas, hora local. Una avería en la subestación San Pedro I, situada en la provincia de San Pedro de Macorís, desencadenó un efecto de cascada devastador. Este fallo inicial provocó la desconexión inmediata de importantes unidades de generación, incluyendo las pertenecientes a la Compañía para la Electrificación de San Pedro de Macorís (CESPM) y la Central Eléctrica Quisqueya. La Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) confirmó que el efecto dominó se propagó rápidamente, afectando a otras centrales de generación y transmisión, lo que resultó en la interrupción total del suministro eléctrico en gran parte del territorio nacional.

Las repercusiones del apagón fueron inmediatas, especialmente en la capital, Santo Domingo. Las principales vías de comunicación y el transporte público quedaron inoperativos. El sistema de metro y los funiculares se detuvieron, obligando a miles de pasajeros a realizar evacuaciones de emergencia desde los túneles oscuros. Mientras la vida cotidiana se paralizaba, las instalaciones esenciales, como los centros hospitalarios y las sucursales bancarias, dependieron enteramente de sus sistemas de generadores de respaldo para mantener las operaciones críticas. Millones de hogares y la vasta red de pequeñas y medianas empresas quedaron sin luz ni capacidad productiva.

Ante la emergencia, el Ministro de Energía y Minas, Joel Santos, actuó con celeridad para informar a la ciudadanía. El ministro comunicó que el proceso de restablecimiento se llevaría a cabo por fases, otorgando prioridad absoluta a la reactivación de los servicios de transporte y las instituciones de salud. Los equipos técnicos trabajaron sin descanso para reestablecer la estabilidad del sistema. Para las 20:30 de esa misma noche, se había logrado reintroducir en la red aproximadamente 1,442 megavatios, una cifra que representaba cerca del 42% del consumo eléctrico habitual del país.

En una actualización posterior, el jefe del Ministerio de Energía, Joel Santos Echavarría, detalló que la capacidad de generación había logrado superar los 527 megavatios, lo que equivalía a aproximadamente el 15% de la demanda nacional total. Santos Echavarría aseguró que el volumen de producción continuaría su trayectoria ascendente a medida que se lograra la estabilización completa de la infraestructura. Las autoridades enfatizaron que, para comprender la magnitud del evento y prevenir futuras repeticiones, se requeriría un análisis minucioso y exhaustivo de la compleja arquitectura del sistema eléctrico dominicano.

Analistas del sector han destacado que este incidente ofrece una oportunidad crucial para reorientar la gestión de los recursos energéticos. A pesar de las inversiones recientes destinadas a la diversificación de la matriz, incluyendo el desarrollo de parques solares en la provincia de Peravia, el fallo del 11 de noviembre demostró que el verdadero desafío reside en la necesidad de reforzar los sistemas de balance y corregir los desequilibrios sistémicos internos. La lección principal es que la mera reparación de componentes aislados no es suficiente; se requiere una estrategia integral para asegurar la robustez y la resiliencia de la red ante cualquier eventualidad futura.

Fuentes

  • Deutsche Welle

  • BNO News

  • Conflingo.com

  • PAC World

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