París, 19 de septiembre de 2025.
En una significativa escalada diplomática, Francia ha anunciado la suspensión de su cooperación antiterrorista con Malí y la expulsión de dos diplomáticos malienses. La decisión, comunicada el 19 de septiembre de 2025, responde a la detención en Bamako, el pasado agosto, de Yann Vezilier, un ciudadano francés acreditado en la embajada de Francia en Malí. Las autoridades malienses acusan a Vezilier de participar en un complot para desestabilizar el país, alegando que actuaba en nombre de la inteligencia francesa.
Francia ha calificado estas acusaciones de "infundadas" y "arbitrarias", defendiendo la inmunidad diplomática de Vezilier conforme a la Convención de Viena. La tensión entre ambos países se ha intensificado, llevando a Malí a declarar "persona non grata" a cinco miembros de la embajada francesa en Bamako, quienes ya abandonaron el país el 14 de septiembre. La suspensión de la cooperación antiterrorista por parte de Francia representa un golpe para los esfuerzos conjuntos de inteligencia en la región del Sahel, una zona que enfrenta una creciente amenaza de grupos yihadistas y la inestabilidad política.
Esta escalada diplomática se produce en un contexto de deterioro de las relaciones entre Francia y Malí, marcadas por el golpe de Estado de 2020 liderado por el general Assimi Goïta. Desde entonces, Malí ha buscado un realineamiento geopolítico, distanciándose de sus socios occidentales y fortaleciendo sus lazos con Rusia para obtener apoyo en seguridad. El presidente Goïta ha consolidado el poder de la junta militar, lo que ha generado preocupación sobre el retorno a un gobierno civil. Este incidente subraya las complejas dinámicas de poder y las cambiantes alianzas en una región estratégica, donde la influencia de potencias externas sigue siendo un factor determinante en la seguridad y la estabilidad.