El Primer Ministro de Cabo Verde, Ulisses Correia e Silva, se dirigió a la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas para hacer un llamado a la comunidad internacional a intensificar la lucha contra el cambio climático y a reafirmar el compromiso con la paz y el desarrollo sostenible.
En su discurso, Correia e Silva enfatizó la urgencia de limitar el calentamiento global a 1.5°C, un objetivo crucial para la supervivencia del planeta, especialmente para los pequeños estados insulares en desarrollo (SIDS) como Cabo Verde. Señaló la próxima COP30 en Belém, Brasil, como una oportunidad clave para materializar el Acuerdo de París y traducir las ambiciones climáticas en acciones concretas y justas, instando a las grandes economías emisoras a asumir compromisos firmes.
El líder caboverdiano también abordó la protección de los océanos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la dignidad humana, la igualdad de género y la digitalización, reconociendo la importancia de la financiación del desarrollo y las alianzas regionales. En un contexto global marcado por conflictos y crisis humanitarias, reafirmó el valor del multilateralismo y el papel indispensable de la ONU.
Cabo Verde mantiene una postura firme contra los golpes de estado, el terrorismo y las violaciones de la integridad territorial, promoviendo el diálogo y la diplomacia. El Primer Ministro reiteró el apoyo de su nación a una solución justa y duradera para el conflicto en Ucrania y a la solución de dos Estados para Israel y Palestina, además de enfatizar la necesidad de un compromiso robusto para prevenir y combatir el terrorismo en África.
La intervención de Correia e Silva subrayó la interconexión entre la crisis climática, la seguridad global y el desarrollo, haciendo un llamado a la acción colectiva. La perspectiva de Cabo Verde, como nación insular vulnerable, ofrece una visión clara de los desafíos globales y la imperiosa necesidad de una cooperación internacional renovada y decidida para afrontarlos.