Israel rechaza el reconocimiento unilateral de un Estado palestino por Reino Unido, Canadá y Australia

Editado por: Татьяна Гуринович

El gobierno israelí ha rechazado de manera contundente el reconocimiento unilateral de un Estado palestino por parte de Reino Unido, Canadá y Australia, calificando la medida como desestabilizadora y una recompensa a la violencia. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel emitió un comunicado el 21 de septiembre de 2025, afirmando que esta declaración "socava las posibilidades de lograr una solución pacífica en el futuro" y "recompensa" los actos de violencia de Hamás, haciendo especial mención al ataque del 7 de octubre de 2023.

Israel argumenta que la Autoridad Nacional Palestina es "parte del problema, no la solución" y que tales gestos políticos, dirigidos a audiencias internas, perjudican al Medio Oriente. El Primer Ministro Benjamin Netanyahu reiteró su firme oposición, declarando que "no habrá un Estado palestino" al oeste del río Jordán y que ha dedicado años a prevenir su creación. Anunció que presentará una "respuesta" a esta decisión tras su regreso de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y reafirmó su intención de continuar y duplicar la expansión de los asentamientos judíos en Judea y Samaria.

Este desarrollo se produce en un momento de creciente actividad diplomática internacional. Se espera que Francia, junto con otros países como Portugal, también anuncien el reconocimiento de un Estado palestino durante la Asamblea General de la ONU, un movimiento que ha generado un debate global sobre la vía hacia la paz. La decisión de Francia, anunciada por el presidente Emmanuel Macron, se alinea con un compromiso histórico de buscar una solución justa y duradera en el Medio Oriente, reconociendo a los actores palestinos que optan por el diálogo y la paz.

Históricamente, la cuestión de Palestina ha sido un tema recurrente en las Naciones Unidas desde 1947, con resoluciones que buscan una solución de dos Estados. En 2012, la Asamblea General otorgó a Palestina el estatus de Estado observador no miembro, un paso que ha sido apoyado por más de 120 países, aunque enfrentó la oposición de Estados Unidos e Israel.

La postura de Israel, que considera que el reconocimiento unilateral recompensa el terrorismo y aleja la paz, contrasta con la visión de países como el Reino Unido, que ven este reconocimiento como un medio para "revivir la esperanza de paz" y avanzar hacia una solución de dos Estados. Hamás, por su parte, ha elogiado la decisión, considerándola una "consecuencia justa de la lucha, la firmeza y los sacrificios de nuestro pueblo". Las implicaciones de estas acciones son profundas, ya que la escalada de tensiones diplomáticas y la firmeza de las posiciones plantean interrogantes sobre el futuro del proceso de paz y la estabilidad regional.

La comunidad internacional se encuentra en un punto crítico, donde las decisiones tomadas ahora moldearán el camino hacia una posible coexistencia pacífica.

Fuentes

  • Deutsche Welle

  • The Times of Israel

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