El Cielo Nocturno Amenazado: La Lucha de la Radioastronomía Contra el Ruido Satelital

Editado por: Tetiana Martynovska 17

Desde los albores de la radioastronomía, marcada por el descubrimiento pionero de Karl Jansky en la década de 1930, la humanidad ha buscado desentrañar los secretos del cosmos a través de ondas de radio. Este campo, que nos ha permitido vislumbrar fenómenos invisibles a los telescopios ópticos, se encuentra ahora en una encrucijada crítica debido a la explosión de las constelaciones de satélites.

El viaje de la radioastronomía comenzó con la detección de Jansky de ondas de radio provenientes de la Vía Láctea, abriendo una nueva ventana al universo. Tras la Segunda Guerra Mundial, los avances tecnológicos impulsaron el desarrollo de instrumentos cada vez más sofisticados, como el FAST de China y el ambicioso Square Kilometre Array (SKA). Estos observatorios continúan expandiendo nuestra comprensión del cosmos, explorando sus misterios más profundos.

Sin embargo, la proliferación de megaconstelaciones de satélites, como Starlink de SpaceX, está introduciendo una nueva forma de "ruido cósmico". Investigaciones recientes, como las realizadas con el radiotelescopio LOFAR, han detectado radiación electromagnética no intencionada (UEMR) que emana de la electrónica de estos satélites. Esta UEMR genera un zumbido de radio omnipresente que puede ahogar las débiles señales de objetos celestes distantes. Para septiembre de 2025, la constelación Starlink de SpaceX por sí sola comprende más de 8.475 satélites en órbita, con planes para decenas de miles más, amplificando significativamente esta interferencia de radio acumulativa. Se ha observado que los satélites de segunda generación de Starlink emiten hasta 32 veces más radiación no intencionada que sus predecesores, lo que plantea un riesgo considerable para la investigación científica.

Ante esta creciente amenaza, se está gestando un esfuerzo colaborativo para encontrar soluciones. Astrónomos y operadores de satélites están dialogando para desarrollar estrategias de mitigación. SpaceX, por ejemplo, está colaborando con el Centro de Protección del Cielo Oscuro y Silencioso frente a la Interferencia de Constelaciones de Satélites de la Unión Astronómica Internacional (IAU CPS) para explorar ajustes técnicos que reduzcan la UEMR. Además, el Comité de las Naciones Unidas sobre el Uso del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS) ha iniciado discusiones para establecer directrices internacionales que preserven las "zonas de radio silencio", santuarios esenciales para la investigación astronómica sensible. La Comisión de Frecuencias de Radioastronomía (CRAF) también se ha unido al Comité Especial Internacional sobre Interferencias de Radio (CISPR) para integrar las necesidades de la radioastronomía en los estándares globales de compatibilidad electromagnética.

La expansión de las redes de satélites presenta una compleja interacción entre el avance tecnológico y la exploración científica. El desafío reside en armonizar estos esfuerzos para asegurar que la búsqueda de conectividad global no opaque nuestra visión del universo. La colaboración continua y el desarrollo de soluciones técnicas innovadoras son primordiales para salvaguardar el futuro de la radioastronomía y nuestra búsqueda incesante de comprender el cosmos. La comunidad astronómica busca activamente que las regulaciones internacionales se actualicen para gestionar estas emisiones no intencionadas y permitir que la radioastronomía prospere junto a la tecnología satelital.

Fuentes

  • Universe Today

  • New Radio Astronomical Observations Confirm Unintended Electromagnetic Radiation Emanating from Large Satellite Constellations

  • SpaceX partners with astronomers to protect radio astronomy from satellite interference

  • U.N. committee to take up issue of satellite interference with astronomy

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