El consorcio Mercedes-Benz ha desvelado al mundo su vehículo conceptual eléctrico, el Vision Iconic, que se posiciona como una audaz reinterpretación del lujo automotriz. La presentación de esta muestra de ingeniería y estilo tuvo lugar en el prestigioso marco de la Semana de la Moda de Shanghái. Este automóvil está concebido para tender un puente entre la época dorada del diseño automovilístico y la inminente era de la movilidad eléctrica, fusionando de manera armoniosa la estética del Art Déco con las tecnologías más avanzadas.
El Vision Iconic rinde un profundo tributo a sus ilustres predecesores, entre los que se incluyen los modelos icónicos W108, W111 y el majestuoso 600 Pullman. Un elemento central de su diseño es la parrilla del radiador, que ha sido reinventada. Ahora se presenta como una interpretación moderna e iluminada de la firma de la marca. Según Gorden Wagener, el jefe de diseño, esta característica transforma el concepto en una auténtica «escultura en movimiento».
El habitáculo del vehículo invita a sumergirse en una atmósfera de lujo hiperanalógico. La pieza dominante es una estructura de cristal flotante, bautizada con el nombre de «Zeppelin». Esta estructura integra con maestría tanto los indicadores analógicos tradicionales como las pantallas digitales de última generación. La sensación de exclusividad se ve acentuada por la tapicería de terciopelo azul de los asientos y los exquisitos detalles elaborados en latón pulido, creando un espacio donde cada componente resalta la maestría artesanal.
En cuanto a su equipamiento tecnológico, el concepto abre nuevos horizontes para la sostenibilidad. Los paneles exteriores de la carrocería están recubiertos con una pintura fotovoltaica, diseñada para convertir la luz solar en energía eléctrica. En condiciones óptimas, esta innovación tiene el potencial de generar suficiente electricidad para incrementar la autonomía del vehículo en 12.000 kilómetros anualmente. Esta cifra subraya el compromiso de la marca con la eficiencia energética.
Además de la generación de energía solar, el Vision Iconic incorpora la computación neuromórfica. Este sistema de vanguardia imita el funcionamiento del cerebro humano, lo que garantiza una velocidad de procesamiento de datos excepcionalmente alta. Dicha capacidad es vital para los sistemas avanzados de asistencia al conductor y para las funciones de conducción autónoma, marcando un hito en la interacción hombre-máquina dentro del automóvil.
La elección de la Semana de la Moda de Shanghái para su debut subraya que el Vision Iconic no es solo un avance técnico, sino también una declaración audaz sobre el diseño y el futuro posicionamiento de la marca. Aunque la posibilidad de llevar este modelo a la producción en serie sigue siendo una incógnita, el concepto ya funciona como un referente ineludible. Demuestra cómo una rica herencia puede servir de plataforma de lanzamiento para una visión futurista de la movilidad eléctrica, inspirada directamente en la sofisticada estética de la década de 1930.