Jengibre: Fundamento Culinario y Objeto de Estudio Fitoquímico Global
Editado por: Olga Samsonova
La combinación gastronómica de tocino, dátiles y hojaldre ejemplifica la adaptabilidad de los sabores en la cocina mundial como un aperitivo apreciado. De manera paralela, la sopa cremosa de calabaza, realzada por la frescura del jengibre, se establece como un plato característico en las estaciones frías, aportando una calidez aromática distintiva. El jengibre, un rizoma botánicamente relacionado con la cúrcuma, obtiene su perfil de sabor penetrante de compuestos clave como el gingerol, una molécula central en las tradiciones culinarias de Japón, China e India.
Este tubérculo, originario de las zonas tropicales del sudeste asiático, posee una historia de cultivo que se remonta a hace 7.000 años en la India y China, según hallazgos arqueológicos. El estudio científico nutricional contemporáneo sigue validando los beneficios intrínsecos del jengibre, especialmente en relación con sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para favorecer la digestión, destacando su notable contenido antioxidante. El gingerol, principal componente bioactivo, es responsable de gran parte de estos efectos terapéuticos, confiriéndole al jengibre su sabor picante característico.
Además de su función digestiva, que incluye la estimulación de enzimas y el aumento del peristaltismo intestinal para mitigar gases e hinchazón, la investigación subraya la acción antibacteriana del rizoma contra patógenos como *E.coli*. Históricamente, el jengibre, comercializado fresco, seco en polvo o encurtido, fue tan valioso que en el comercio de especias llegó a equipararse en valor a una oveja entera. La ciencia ha documentado su potencial para modular procesos inflamatorios al bloquear las prostaglandinas, lo que se traduce en un posible alivio para el dolor muscular y la hinchazón asociada a condiciones como la artritis.
La perspectiva científica moderna profundiza en el impacto del jengibre más allá de la gastronomía tradicional. Existen evidencias que asocian el consumo de jengibre con la inhibición del crecimiento y proliferación de células cancerígenas, un área de estudio que se suma a su conocida capacidad para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. En la medicina ayurvédica de la India, donde se le conoce como “vishwabhesaj” o “medicina universal”, se le atribuyen propiedades para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. En el ámbito de la salud cognitiva, estudios preliminares sugieren que la reducción del estrés oxidativo y la inflamación mediada por el jengibre podría contribuir a mitigar el declive cognitivo asociado al envejecimiento, con un estudio en mujeres de mediana edad mostrando una posible mejora en la memoria.
Para el consumo diario, las directrices sugieren una ingesta de entre 1 a 4 gramos diarios para adultos, abarcando tanto la raíz fresca como los alimentos que la contienen, como bizcochos o currys. La versatilidad del rizoma, que pertenece a la familia Zingiberaceae junto con el cardamomo y la cúrcuma, permite su integración en una amplia gama de preparaciones, desde salsas y guisos hasta postres de fruta, manteniendo su aroma característico incluso después de la cocción. Este perfil multifacético consolida al jengibre no solo como un pilar de la cocina global, sino también como un objeto de continuo interés en la fitoquímica aplicada.
7 Vues
Fuentes
eldiario.es
elDiario.es
elDiario.es
Infobae
Blog Atida
7 Días de Sabor
Lea más noticias sobre este tema:
¿Encontró un error o inexactitud?
Consideraremos sus comentarios lo antes posible.
