«Primeira Pessoa do Plural» de Sandro Aguilar: Un Viaje a la Fragilidad de los Lazos Familiares

La película «Primeira Pessoa do Plural» (Primera Persona del Plural), dirigida por Sandro Aguilar, se prepara para su estreno en las salas portuguesas en 2025. Esta ambiciosa coproducción entre Portugal e Italia ya ha captado la atención internacional, logrando una destacada presentación en el concurso oficial del prestigioso Festival Internacional de Cine de Róterdam. Este debut marcó un fuerte inicio para la obra, posicionándola como una de las propuestas cinematográficas más esperadas del año.

Con una duración precisa de 119 minutos, este drama enigmático profundiza en la perdurabilidad de las relaciones y la esencia de los vínculos familiares. La trama se centra en el matrimonio formado por Mateushe e Irene, interpretados por Albano Jerónimo e Isabel Abreu, respectivamente. La pareja emprende un viaje a un destino tropical con el objetivo de conmemorar sus veinte años de casados. La atmósfera de la cinta es enriquecida por la labor fotográfica de Rui Xavier y la banda sonora compuesta por Marco Franco.

Sin embargo, esta idílica travesía toma un giro inquietante. La armonía se rompe debido a los efectos secundarios de las vacunas que la pareja recibió antes de partir. Estos efectos incluyen escalofríos, síntomas febriles intensos y vívidas alucinaciones que distorsionan su percepción de la realidad. Estos estados alterados fuerzan a los protagonistas a reevaluar los cimientos de su vida en común, la naturaleza de su unión y las estructuras, a menudo frágiles, que los han mantenido unidos.

Es en este momento de prueba, cuando los límites de la realidad conocida se desdibujan, que surge la oportunidad de una comprensión más profunda de las verdaderas necesidades de cada individuo. La narrativa también incorpora la figura de su hijo adolescente, encarnado por Eduardo Aguilar, cuya existencia caótica contrasta de manera abrupta con la obsesiva necesidad de orden que caracteriza a Mateushe. La separación de los padres la noche previa al viaje y las posteriores manifestaciones físicas de la enfermedad ponen en tela de juicio la base misma de su convivencia.

Sandro Aguilar, un cineasta reconocido por su estilo impregnado de poesía y melancolía, opta deliberadamente por un enfoque elíptico, casi abstracto, en lugar de una narración lineal tradicional. En esta obra, el diálogo funciona más como un elemento simbólico que como un intercambio directo de información, revelando las grietas en la intimidad de la pareja y sumergiendo al espectador en las esferas subconscientes de los personajes. La película, que también fue proyectada en IndieLisboa en mayo, confirma su sólida presencia en el circuito internacional de festivales.

Aguilar, quien también es un productor prolífico con cerca de un centenar de trabajos en ese rol, se aventura en nuevos territorios estilísticos con esta cinta, incluyendo el humor, una herramienta narrativa que no había explorado previamente. La estética visual, caracterizada por superficies brillantes inspiradas en el estilo francés de los años 50 y composiciones meticulosamente calibradas, construye un universo que es simultáneamente oscuro y seductor.

La perfección técnica, destacada por el espléndido trabajo de Rui Xavier en la fotografía y el diseño sonoro, acentúa la sensación de un mundo en desintegración, donde el pulcro acabado visual enmascara profundas fracturas emocionales. En esencia, «Primeira Pessoa do Plural» es una profunda indagación sobre la condición humana. Los sucesos externos actúan como un espejo de los estados internos. Cada escena existe por derecho propio, sin someterse a una lógica estricta, buscando sumergir al público en la misma confusión que experimentan los personajes. Esta obra invita a ver las conmociones no como catástrofes, sino como un poderoso impulso para reajustar las prioridades internas y alcanzar una mayor claridad sobre lo que verdaderamente importa.