La Duodécima Anomalía del Cometa Interestelar 3I/ATLAS Desafía a la Ciencia

Editado por: Uliana S.

El cometa 3I/ATLAS, catalogado como el tercer objeto interestelar jamás observado, continúa planteando enigmas complejos a la comunidad científica. Esta visitante cósmica, cuya trayectoria hiperbólica confirmó inequívocamente su procedencia extrasolar, fue detectada inicialmente el 1 de julio de 2025 por el observatorio ATLAS en Chile. Desde el momento de su descubrimiento, esta viajera se comportó de manera atípica. Su edad estimada, que alcanza los 7,5 mil millones de años, la sitúa como contemporánea del universo joven. Sin embargo, lo que verdaderamente ha generado revuelo no es su antigüedad, sino la serie de comportamientos inexplicables que ha manifestado.

Imagen 3I/ATLAS del 16 de noviembre de 2025. La imagen muestra múltiples chorros dirigidos tanto hacia el Sol como alejándose de él, incluida la anti‑cola y una cola mucho más larga y fuertemente colimada.

El punto culminante de estas rarezas se registró con la duodécima anomalía, observada específicamente durante los días 8 y 9 de noviembre de 2025. Los astrónomos documentaron chorros de gas y polvo altamente focalizados que se extendían desde el núcleo del cometa a lo largo de más de un millón de kilómetros. Lo singular de este fenómeno radica en que estos “jets” mantuvieron una forma perfectamente rectilínea, desafiando el período de rotación establecido del cometa alrededor de su eje, que es de 16,16 horas. La rotación natural debería haber provocado inevitablemente que las eyecciones se enrollaran en espiral, un efecto que, sorprendentemente, no ocurrió.

“La persistencia de la forma definida de estos chorros, que se desplazan a una velocidad aproximada de 400 metros por segundo, sugiere la existencia de mecanismos estabilizadores en funcionamiento”, comentó Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard. Loeb añadió que, si bien esto no prueba un origen tecnogénico, tampoco lo descarta. Ofreciendo una perspectiva alternativa, el astrónomo ruso Alexander Kiselev vincula este fenómeno a la compleja estructura de un “anticola” de gas y polvo dirigido hacia el Sol, otra de las peculiaridades desconcertantes del 3I/ATLAS.

Previamente, el 24 de octubre de 2025, el radiotelescopio MeerKAT había captado líneas de absorción de radicales hidroxilo, una señal clásica que confirma la naturaleza cometaria del objeto. No obstante, las observaciones subsiguientes revelaron un amplio catálogo de desviaciones: una relación níquel-cianuro anormalmente elevada, un contenido de agua inusualmente bajo (apenas un 4%), y una aceleración no gravitacional que permanece sin explicación. A pesar de todas estas rarezas, el objeto superó su perihelio el 29 de octubre de 2025, a una distancia de 210 millones de kilómetros del Sol, sin desintegrarse, algo frecuente en núcleos helados.

El 3I/ATLAS, mientras tanto, continúa su travesía a través del sistema solar, habiéndose alejado de la Tierra a una distancia segura de 1,8 unidades astronómicas. La comunidad científica deposita grandes esperanzas en las observaciones programadas para el 19 de diciembre de 2025, que se llevarán a cabo utilizando los telescopios espaciales Hubble y James Webb. Estos estudios avanzados quizás puedan arrojar luz sobre la naturaleza de este cuerpo celeste único, dejando, por ahora, al 3I/ATLAS como un enigma sin precedentes que los investigadores deben resolver.

Fuentes

  • International Business Times UK

  • 3I/ATLAS

  • Astronomers detect first 'radio signal' from interstellar comet 3I/ATLAS - but it wasn't aliens

  • New 'nearly interstellar' comet - wrongly linked to 3I/ATLAS - will reach its closest point to Earth on Tuesday (Nov. 11)

  • Interstellar overhype: Nasa debunks claim about alien-made comet

  • 3I/ATLAS: todo lo que se sabe del cometa interestelar y la señal radio detectada

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