Un estudio nacional, liderado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de Houston, con una financiación de 25 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), está investigando el uso de gotas de atropina de baja concentración para retrasar la aparición de la miopía en niños de 6 a 11 años.
La miopía, o visión corta, es una creciente preocupación de salud pública a nivel mundial. En Estados Unidos, la prevalencia de miopía en adultos ha aumentado del 25% en 1971 a casi el 42% en 2017. Se proyecta que para 2050, más de la mitad de la población mundial podría padecer esta condición, con tasas particularmente altas en Asia Oriental. Factores como la reducción del tiempo al aire libre y el aumento del uso de dispositivos digitales se consideran contribuyentes clave a esta tendencia, llevando a que la miopía aparezca a edades cada vez más tempranas.
El ensayo clínico reclutará a más de 600 niños en 14 centros de Estados Unidos. Los participantes recibirán diariamente gotas de solución de atropina al 0.05% o un placebo durante dos años. Los investigadores esperan que las gotas de atropina reduzcan a la mitad la proporción de niños que desarrollan miopía, del 20% en el grupo placebo al 10% en el grupo de tratamiento. Adicionalmente, se anticipa que el tratamiento ralentizará el crecimiento ocular asociado a la miopía en un 30%.
Esta investigación se basa en hallazgos previos que sugieren la eficacia de la atropina para frenar la progresión de la miopía una vez manifestada. Estudios previos, como el ensayo clínico BLINK, han demostrado la efectividad de las lentes de contacto multifocales para el control de la miopía en niños. La miopía no solo afecta la calidad de vida, sino que también conlleva un impacto económico considerable, con costos anuales estimados entre 4 y 7 mil millones de dólares en Estados Unidos para su corrección, además de aumentar el riesgo de complicaciones oculares graves a largo plazo.
Jeffrey Walline, coinvestigador principal y profesor de optometría en la Universidad Estatal de Ohio, destacó la importancia de estas intervenciones tempranas. "La miopía afecta a un gran número de personas, y aunque los efectos para los individuos no sean particularmente graves, si podemos salvar la vista de unas pocas personas, creo que es fundamental", declaró. El estudio está en curso, con la inscripción de participantes hasta finales de 2025, y se esperan resultados en 2027.