El volcán Monte Lewotobi Laki-Laki, situado en la isla de Flores en Indonesia, ha entrado en erupción, expulsando una columna de ceniza volcánica de hasta 18 kilómetros de altura, según informes recientes. La actividad del volcán ha llevado a las autoridades a elevar su nivel de alerta al más alto, el Nivel IV (Awas), y a advertir a las comunidades cercanas y a los turistas que se mantengan a una distancia segura de entre 6 y 7 kilómetros del cráter.
Las aldeas de Borou, Kewa y Watobou se encuentran entre las más afectadas por la caída de ceniza y escombros, lo que ha provocado evacuaciones preventivas en estas zonas. Hasta la fecha, no se han reportado víctimas mortales, pero la vigilancia se mantiene y las recomendaciones de evacuación persisten para quienes residen en la zona de peligro. Las autoridades también han advertido sobre la posibilidad de flujos de lodo (lahars) si ocurren lluvias intensas.
La erupción ha tenido un impacto significativo en el sector de la aviación, causando cancelaciones y retrasos en vuelos internacionales y domésticos que conectan con Indonesia. Aerolíneas como Air New Zealand, Virgin Australia y Qantas han suspendido o modificado sus servicios. El Aeropuerto Internacional de Bali, un importante centro de conexión, se ha visto afectado, al igual que el Aeropuerto de Maumere (Flores), que ha suspendido sus operaciones en varias ocasiones debido a la ceniza volcánica.
La actividad del Monte Lewotobi Laki-Laki ha sido continua desde finales de 2023, con erupciones notables en julio de 2025 que generaron una columna de ceniza de 18 kilómetros, y en noviembre de 2024, que causó víctimas y daños significativos. La agencia geológica de Indonesia ha registrado flujos de gas abrasador y una elevada actividad sísmica, incluyendo un aumento de terremotos volcánicos y temblores, lo que indica un movimiento de magma en profundidad.