El Vasto y Antiguo Monumento de Aguada Fénix Revela un Mapa del Universo Maya y una Estructura de Poder Igualitaria

Editado por: Tetiana Martynovska 17

Un equipo de científicos descubrió un enorme cosmograma maya llamado «Aguada Fénix».

El complejo monumental de Aguada Fénix, situado en el sureste de México, ha sido catalogado como la estructura más antigua y de mayor extensión conocida que se atribuye a la civilización maya. Se estima que esta colosal obra tiene aproximadamente 3,000 años de antigüedad. Su concepción fue mucho más allá de ser una simple edificación; fue diseñado como un cosmograma, un profundo plano simbólico que ilustraba la comprensión ancestral que los mayas tenían sobre la organización del universo. La magnitud del esfuerzo constructivo requerido para su levantamiento sugiere que existía una visión compartida y profunda entre quienes lo edificaron.

El desarrollo de Aguada Fénix ejemplifica las capacidades de la organización humana sin rasgo destacado

La disposición física de Aguada Fénix evidencia una planificación meticulosa. Se extiende a lo largo de un eje que mide 9 kilómetros por 7.5 kilómetros y presenta una distintiva configuración en forma de cruz. En su núcleo se encuentra una elevación artificial flanqueada por dos depresiones o fosas entrecruzadas, también con forma de cruz. Desde este centro irradian corredores, delimitados por terraplenes de tierra, siendo el sendero más largo el que se extiende unos 6.3 kilómetros en dirección al noroeste. Los científicos postulan que estos amplios corredores funcionaban como rutas para importantes procesiones rituales, guiando a los participantes a través de este paisaje sagrado.

Los arqueólogos han desenterrado pruebas convincentes de una organización simbólica precisa dentro de las fosas centrales. Se descubrieron contenedores con pigmentos distribuidos rigurosamente según las direcciones cardinales. Por ejemplo, la azurita, que produce el color azul, se halló en el norte; la malaquita, que genera el verde, señalaba el este; y el ocre amarillo mezclado con goetita marcaba el sur. Las ofrendas fueron colocadas estratégicamente siguiendo un patrón de cruz, e incluían materiales de gran valor como conchas marinas, jade tallado y artefactos de piedra verde que representaban figuras como un cocodrilo, diversas aves y una representación de una mujer dando a luz, reflejando directamente el diseño cosmográfico general del monumento.

Quizás el hallazgo más trascendental en Aguada Fénix es la llamativa ausencia de los indicadores típicos asociados con el poder centralizado. No se encontraron residencias de élite, imponentes estatuas de gobernantes, ni señales claras de una jerarquía social rígida. Este hecho sugiere que proyectos de construcción vastos y coordinados podían llevarse a cabo por culturas que operaban bajo principios más igualitarios, sin la necesidad aparente de mano de obra coercitiva o de un aparato de gobierno estratificado. Una investigación publicada en la revista *Science Advances* sostiene que la motivación detrás de esta representación material del orden cósmico provenía del poderoso atractivo de las ceremonias comunitarias, los banquetes compartidos y el intercambio de bienes esenciales, factores que naturalmente atraían a participantes dispuestos.

El descubrimiento en Aguada Fénix adelanta significativamente la cronología de este tipo de acción colectiva sofisticada y a gran escala en la región. Esta coordinación temprana ofrece una visión fundamental de las raíces profundas de la civilización maya y su capacidad intrínseca para movilizar energía hacia un propósito unificador singular, traduciendo conceptos universales abstractos en una realidad tangible y perdurable.

Fuentes

  • Sputnik Srbija

  • Live Science

  • El País

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