Un extraordinario hallazgo de insectos prehistóricos perfectamente conservados en ámbar en Ecuador ha sido anunciado por la comunidad científica en septiembre de 2025. Estos especímenes, con una antigüedad de aproximadamente 112 millones de años, pertenecen al período Cretácico y ofrecen una visión sin precedentes de la vida en la Tierra durante la era de los dinosaurios.
Este descubrimiento es particularmente significativo ya que marca la primera vez que se identifican restos de escarabajos, moscas, hormigas y avispas fosilizados en resina de árbol en Sudamérica. Hasta la fecha, el hemisferio sur había proporcionado muy pocos hallazgos de ámbar de este período geológico, a diferencia del hemisferio norte, donde se concentra la mayoría de los depósitos conocidos de los últimos 130 millones de años. Los depósitos de ámbar, datados en la etapa Albiense del Cretácico Inferior, se encontraron en la cantera Genoveva, en la provincia de Napo, cerca de la cuenca del Amazonas.
El ámbar ecuatoriano, comparable en volumen a los depósitos más abundantes del norte, ha revelado cientos de fragmentos que contienen no solo insectos, sino también restos de plantas como polen y hojas, e incluso fragmentos de telarañas. El análisis de estos fósiles ha permitido reconstruir un antiguo ecosistema forestal, caracterizado por un ambiente húmedo y rico en resina, con la presencia de árboles productores de resina, helechos, cícadas y las primeras angiospermas (plantas con flor).
Los hallazgos sugieren que la flora de la región era considerablemente diferente a la actual, incluyendo especies de helechos y coníferas, como el "árbol rompecabezas", que ya no se encuentran en la Amazonia. La presencia de moscas hematófagas, como los jejenes, indica la posible interacción de estos insectos con los dinosaurios que habitaban la zona.
La investigación, liderada por científicos de la Universidad de Barcelona en colaboración con el Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales y otras instituciones, amplía nuestro conocimiento sobre los ecosistemas ecuatoriales del Cretácico y las relaciones biogeográficas de sus componentes en el contexto de la fragmentación del supercontinente Gondwana. El estudio, publicado en la revista Communications Earth & Environment, abre una nueva vía para comprender la evolución de las interacciones entre las plantas con flor y los insectos en la era de los dinosaurios. La investigación continúa analizando estos especímenes para desentrañar más secretos sobre la biodiversidad de hace más de 100 millones de años.