Refuerzan la Protección de la Paloma de Granada ante la Crisis de Población

La Paloma de Granada (Leptotila wellsi), ave endémica y símbolo nacional de la isla, afronta un periodo crítico en 2025 debido a su estado de peligro crítico. Las estimaciones poblacionales indican que quedan menos de 140 ejemplares, una cifra alarmantemente baja para la supervivencia de la especie en su único hábitat natural. Esta ave se enfrenta a la doble amenaza de la expansión urbana, que reduce constantemente su hogar, y la presión constante de depredadores introducidos, como la mangosta.

En respuesta a esta vulnerabilidad, se ha implementado un Plan de Acción de Conservación integral, centrado en los reductos de bosque seco costero donde la paloma aún encuentra refugio. La Gaea Conservation Network lidera este esfuerzo coordinado, en alianza fundamental con el Departamento de Bosques y Parques Nacionales de Granada. Las acciones prioritarias del plan incluyen la restauración del entorno natural para expandir el espacio vital disponible, el refuerzo de las barreras legales protectoras y el fortalecimiento de los programas de control de la población de mangostas para mitigar la depredación.

El compromiso financiero con la conservación ha sido formalizado mediante una asociación entre el gobierno de la nación caribeña y el Fondo de Desarrollo Internacional de la OPEP, que inyectará capital esencial en estos programas ambientales. Esta colaboración subraya la comprensión de que la biodiversidad es un pilar del bienestar colectivo. Además, la comunidad internacional de conservación apoya activamente las iniciativas; organizaciones como American Bird Conservancy y BirdsCaribbean han brindado apoyo significativo a los talleres de planificación.

Los esfuerzos previos de conservación han demostrado resultados positivos, con un aumento poblacional documentado de aproximadamente 100 individuos en 1998 a 182 en 2004, antes de sufrir nuevos reveses. La estrategia actual se enfoca en sostener y escalar estas intervenciones, reconociendo que la recuperación de la Paloma de Granada sirve como un barómetro clave para la salud ecológica regional.