El adiestramiento canino como motor de regeneración celular: un estudio en veteranas con TEPT
Editado por: Екатерина С.
Un reciente estudio científico ha puesto de manifiesto el poder curativo inherente al vínculo entre humanos y animales. Esta investigación se centró en un grupo de mujeres veteranas estadounidenses que padecían Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), ofreciendo una sólida confirmación de cómo la interacción canina puede ser un bálsamo para heridas profundas y un catalizador para la renovación biológica.
Las participantes fueron divididas en dos grupos para un programa intensivo que se extendió durante ocho semanas. El grupo experimental se sumergió en la práctica de la doma y el adiestramiento canino, utilizando técnicas de refuerzo positivo y aprendiendo a interpretar las sutiles señales del lenguaje de los perros. En contraste, el grupo de control siguió una ruta pasiva, limitándose a observar material videográfico sobre la preparación de perros de servicio, sin tener contacto directo con la actividad práctica.
Los hallazgos a nivel celular resultaron ser extraordinariamente reveladores. Las veteranas que participaron activamente en el adiestramiento demostraron un notable alargamiento de sus telómeros. Los telómeros son las estructuras protectoras que se encuentran en los extremos de los cromosomas y cuyo acortamiento se asocia habitualmente con el envejecimiento biológico y el estrés crónico. Este alargamiento es un indicador directo de una desaceleración en el desgaste biológico del organismo. Por otro lado, el grupo que solo observó experimentó el efecto contrario: un acortamiento de los telómeros, un patrón típico del envejecimiento celular acelerado que se observa frecuentemente en personas expuestas a altos niveles de tensión.
Es crucial destacar que el efecto de ralentización del envejecimiento fue particularmente pronunciado en aquellas veteranas cuya experiencia incluía haber participado activamente en combate. Esto sugiere que el compromiso activo y profundo con un perro puede mitigar la huella fisiológica más profunda dejada por el trauma extremo. No obstante, se observó una disminución significativa en los niveles de ansiedad y tensión general en ambos grupos, lo que subraya el valor terapéutico de cualquier actividad estructurada que fomente el cuidado y la responsabilidad. Esto proporciona una prueba científica de que los métodos de apoyo no tradicionales pueden generar beneficios biológicos medibles.
Este trabajo, que aporta una validación científica a métodos de apoyo no convencionales, fue llevado a cabo por especialistas de la Universidad Atlántica de Florida en colaboración con otras instituciones. Los investigadores determinaron que tan solo una hora de interacción semanal con un perro tiene la capacidad de influir positivamente en los marcadores clave del envejecimiento. Además, se utilizaron sensores especializados para registrar otros indicadores biológicos de estrés, como el ritmo cardíaco. De esta manera, se confirma que una conexión activa y profunda con un animal actúa como un poderoso factor que facilita la restauración del equilibrio interno y la armonización de los procesos vitales, manifestándose incluso en la protección a nivel genético.
Fuentes
20 minutos
Florida Atlantic University
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