El Tribunal de Núremberg y el Nacimiento de la Interpretación Simultánea: Una Exposición en la UFMG
Editado por: Vera Mo
La Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) ha inaugurado una significativa muestra titulada «1 Tribunal, 4 Idiomas – Pioneros de la Interpretación Simultánea en Núremberg». La ceremonia de apertura tuvo lugar el 10 de noviembre de 2025 a las 19:00 horas, en el edificio de la Facultad de Derecho. Esta exposición busca poner de relieve cómo los acontecimientos históricos de gran calado impulsan transformaciones fundamentales en el ámbito de la comunicación intercultural.
El Proceso de Núremberg, desarrollado entre 1945 y 1946, no solo sentó las bases del derecho penal internacional moderno, sino que también marcó el punto de partida para el desarrollo de la interpretación simultánea profesional. En aquel momento crucial, la humanidad se dio cuenta de la imperiosa necesidad de intercambiar información de manera instantánea y precisa entre culturas diversas. Hasta entonces, la comunicación internacional dependía a menudo del idioma francés o de la interpretación consecutiva, lo que ralentizaba considerablemente el desarrollo de los procedimientos judiciales.
Elke Limberger-Katsumi, traductora alemana y curadora de la exposición, señaló que todos los intentos previos de interpretación simultánea habían sido de carácter amateur y no habían logrado los resultados requeridos. Un papel clave en la concepción e implementación de este nuevo sistema recayó en el investigador franco-estadounidense Léon Dostert (1904–1971), quien dirigió el departamento de traducción. Dostert introdujo un principio fundamental: cada intérprete debía trabajar únicamente desde una lengua extranjera hacia su lengua materna. Este enfoque exigía una preparación rigurosa y la capacidad de mantener un ritmo de habla moderado, garantizando así una transmisión fiable del significado a pesar de las complejidades inherentes.
Las condiciones laborales para estos lingüistas pioneros eran extraordinariamente difíciles. Los intérpretes lidiaron con graves problemas técnicos: cables engorrosos se extendían por toda la sala del tribunal, y los profesionales se ubicaban en cabinas estrechas con equipos incómodos. Los micrófonos eran voluminosos y debían ser pasados manualmente entre los tres especialistas que trabajaban por turnos de 1,5 horas en la misma cabina. Los investigadores han calculado que, a lo largo de los 216 días que duró el proceso, los intérpretes simultáneos pasaron cerca de mil quinientas horas en estas condiciones precarias.
Los desafíos lingüísticos no fueron menores. El idioma alemán, transformado por el régimen nazi (1933–1945), contenía una terminología específica —relacionada, por ejemplo, con las cámaras de gas y los campos de concentración— que era completamente nueva para los traductores. La exposición resalta la excepcional competencia de estos lingüistas, quienes trascendieron el rol de meros mediadores técnicos para convertirse en arquitectos de un nuevo diálogo global. Su labor fue esencial para agilizar el proceso y documentar decisiones clave que servirían de lección para las generaciones futuras. La muestra también recuerda que el Juicio de Núremberg, que se inauguró el 20 de noviembre de 1945, fue un proceso público, un factor que contribuyó al florecimiento de la interpretación simultánea como una pieza indispensable de la justicia internacional.
Fuentes
Jornal Estado de Minas | Not�cias Online
Estado de Minas
APIC
Ministério Federal das Relações Externas
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