Una investigación reciente del Laboratorio de Música, Mente y Cuerpo de Sídney, ubicado en el Conservatorio de Música de Sídney, ha descubierto que las sutiles fluctuaciones en el ritmo y la intensidad de la percusión pueden mejorar notablemente la capacidad de la imaginación mental.
El estudio, publicado en la revista *Scientific Reports* en septiembre de 2025, involucró a 100 participantes que escucharon percusión repetitiva mientras realizaban un ejercicio de visualización de un viaje. Los resultados indicaron que aquellos expuestos a ritmos con microvariaciones aleatorias en volumen y tiempo reportaron imágenes mentales más vívidas y realistas en comparación con los que escucharon ritmos uniformes o silencio.
Ceren Ayyildiz, investigadora principal del estudio, destacó la importancia de estos detalles musicales, a menudo introducidos de forma inconsciente por los intérpretes, en el enriquecimiento de la imaginación y la profundidad emocional. Señaló que "No se trata solo de perfección técnica, sino del 'toque' humano lo que hace que la música se sienta más viva y despierte la imaginación". Estos hallazgos sugieren que las imperfecciones humanas en el ritmo transforman el sonido, haciéndolo más orgánico y auténtico para la mente humana, lo que a su vez explica la mayor viveza de las imágenes mentales.
El Dr. Steffen A. Herff, autor principal del estudio, enfatizó las aplicaciones potenciales de esta investigación, sugiriendo que la adaptación deliberada de la música de fondo mediante sutiles cambios en el tiempo y el volumen podría utilizarse para estimular o atenuar la imaginación según objetivos terapéuticos específicos. Esto abre vías para usos terapéuticos, dado el papel crucial de la imaginación en diversas terapias cognitivas, donde las variaciones musicales podrían servir como herramientas para mejorar la experiencia del paciente.
Adicionalmente, el estudio observó que las personas con mayor capacidad de inmersión en la música o con formación musical experimentaron imágenes mentales aún más vívidas. El Laboratorio de Música, Mente y Cuerpo de Sídney continúa explorando la compleja interacción entre la música, la memoria, la imaginación y la emoción, buscando desentrañar el potencial de la música y apoyar a los músicos mediante la aplicación de estas sutiles variaciones en contextos creativos, recreativos y terapéuticos.