El Ciclismo Regular, un Aliado Poderoso Contra el Riesgo de Demencia, Revela Estudio Británico

Editado por: Maria Sagir

Una investigación a gran escala llevada a cabo en el Reino Unido y publicada en junio de 2025 en el Journal of the American Medical Association (JAMA) arroja luz sobre los profundos beneficios del ciclismo regular para la salud cerebral. El estudio analizó los hábitos de desplazamiento de aproximadamente 480.000 personas a lo largo de 13 años utilizando datos del UK Biobank.

Los hallazgos sugieren que quienes utilizan la bicicleta como medio de transporte principal disfrutan de una reducción significativa en el riesgo de desarrollar demencia. Específicamente, los ciclistas habituales mostraron un 19% menos de probabilidad de padecer demencia en comparación con aquellos que optan por medios de transporte más pasivos, como automóviles o transporte público. Los efectos protectores son aún más notables en lo que respecta a la enfermedad de Alzheimer, con una disminución del riesgo del 22%. Estos efectos se observaron tanto para las formas de inicio temprano como tardío de la demencia.

La investigación también destacó que el ciclismo se asocia con un mayor volumen del hipocampo, una región cerebral vital para la memoria y el aprendizaje. Algunos estudios señalan que el ejercicio aeróbico está relacionado con un aumento del 2% en el volumen del hipocampo, lo que a su vez se asocia con una mejora de la memoria. Este fenómeno sugiere que la práctica del ciclismo no solo fortalece la salud cardiovascular y mejora el flujo sanguíneo cerebral, sino que también fomenta la plasticidad neuronal, contribuyendo así a la preservación de las funciones cognitivas.

Si bien este estudio es de carácter observacional y no establece una relación causal directa, se suma a un creciente cuerpo de evidencia que subraya la importancia de la actividad física en la prevención del deterioro cognitivo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos dedicar entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada, o entre 75 y 150 minutos de actividad vigorosa por semana. El ciclismo, incluso practicado de forma ocasional, se alinea perfectamente con estas directrices, ofreciendo una vía accesible para mejorar la salud cerebral.

Para aquellos que buscan incorporar el ciclismo en su rutina, los expertos sugieren comenzar con trayectos cortos en rutas seguras o utilizar una bicicleta estática. Incluso pedalear una o dos veces por semana puede generar beneficios medibles para la salud del cerebro. La práctica regular del ciclismo no solo contribuye a un envejecimiento cerebral más saludable, sino que también puede ser una herramienta poderosa para mantener la agilidad mental y la capacidad de aprendizaje a lo largo de la vida.

Este estudio británico refuerza la idea de que la movilidad activa es una estrategia eficaz y accesible para salvaguardar nuestra función cognitiva y promover el bienestar general a medida que envejecemos.

Fuentes

  • Topsante.com

  • Patient Care Online

  • BikeRadar

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