El expresidente Donald Trump ha presentado una demanda multimillonaria por difamación contra The New York Times y The Washington Post, reclamando 15 mil millones de dólares en daños. La acusación principal se centra en la difamación, argumentando que estas publicaciones han dañado intencionada y maliciosamente su reputación a lo largo de décadas.
Trump, a través de su plataforma Truth Social, calificó al New York Times como uno de los periódicos más deshonestos y degenerados de la historia, acusándolo de ser un portavoz de la izquierda radical. La demanda se fundamenta en una serie de artículos y un libro publicado por The New York Times, los cuales, según Trump, contienen información falsa y engañosa diseñada para perjudicar su imagen, especialmente de cara a las elecciones de 2024. Específicamente, se mencionan publicaciones de septiembre y octubre de 2024, así como el libro "Lucky Loser: How Donald Trump Squandered His Father's Fortune and Created the Illusion of Success", escrito por los periodistas Susanne Craig y Russ Buettner. La demanda también apunta a otros cuatro reporteros del Times, incluyendo a Michael S. Schmidt y Peter Baker, así como a la editorial Penguin Random House.
En respuesta, The New York Times ha declarado que la demanda carece de fundamento legal y la considera un intento de silenciar y desacreditar el periodismo independiente, reafirmando su compromiso de continuar con su labor de investigación y reporte de hechos. Expertos legales señalan que, dado que Trump es una figura pública, deberá probar que los medios actuaron con "malicia real" o con un desprecio temerario por la verdad al publicar sus reportajes, un estándar legal elevado para casos de difamación que involucran a figuras públicas.
Esta acción legal representa la primera vez que Trump emprende un litigio de esta magnitud contra medios que considera adversarios. Previamente, ha llegado a acuerdos financieros con otras organizaciones de noticias como CNN y CBS News, a las que también ha acusado de parcialidad. La forma en que los tribunales manejen estas reclamaciones será crucial para determinar el éxito de los desafíos legales de Trump contra la prensa.