EE. UU. se compromete a brindar apoyo aéreo e de inteligencia a una fuerza de seguridad europea en Ucrania

Estados Unidos ha manifestado su disposición a respaldar una fuerza de seguridad liderada por Europa en Ucrania tras el conflicto, ofreciendo apoyo aéreo, de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Este compromiso marca un cambio significativo en la política estadounidense, especialmente considerando la exclusión previa de la administración Trump de participar en garantías de posguerra.

El plan propuesto contempla la creación de una zona desmilitarizada, que podría ser patrullada por fuerzas de paz neutrales acordadas por Kiev y Moscú. Adicionalmente, se prevé una frontera más fortificada, defendida por tropas ucranianas entrenadas por la OTAN, y una fuerza de disuasión liderada por Europa como tercera línea de defensa. El vicepresidente de EE. UU., JD Vance, ha subrayado que las naciones europeas deben asumir la responsabilidad principal y la carga financiera de la seguridad de Ucrania, una postura que se alinea con el objetivo del Presidente Trump de negociar un acuerdo de paz para poner fin al conflicto.

Si bien Estados Unidos no tiene previsto desplegar tropas terrestres, sí está abierto a proporcionar apoyo aéreo. Paralelamente, líderes militares estadounidenses y europeos han ultimado opciones militares para Ucrania, las cuales serán presentadas a sus respectivos asesores de seguridad nacional. Estas discusiones forman parte de un esfuerzo más amplio para definir las garantías de seguridad de posguerra para Ucrania, en consonancia con el compromiso del Presidente Trump de apoyar la defensa del país en un futuro acuerdo de paz con Rusia.

Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha rechazado la insistencia de Rusia en participar en las discusiones sobre las garantías de seguridad de posguerra para Ucrania. Zelenskyy ha declarado que Rusia, como agresor, no merece tales garantías, lo que complica aún más los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto.

Según informes del Financial Times, la oferta estadounidense depende de que los países europeos se comprometan a enviar decenas de miles de tropas a Ucrania. Los funcionarios estadounidenses han indicado que Washington está dispuesto a proporcionar "facilitadores estratégicos", incluyendo inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), sistemas de mando y control, y activos de defensa aérea para apoyar cualquier despliegue de tropas liderado por Europa. La propuesta estadounidense podría incluir aeronaves, logística y sistemas de radar terrestres para respaldar una misión europea en territorio ucraniano, así como el uso de recursos satelitales de EE. UU. para monitorear un posible alto el fuego y coordinar operaciones.

Alemania y Noruega han anunciado un esfuerzo conjunto para suministrar a Ucrania dos sistemas adicionales de defensa aérea Patriot, financiados a través de la contribución de Noruega de 685 millones de dólares. Estos sistemas, junto con misiles, reforzarán significativamente la capacidad de defensa aérea de Ucrania. Estados Unidos ha confirmado que reemplazará las unidades donadas por Alemania. Noruega también participará en la adquisición de radares y en la financiación de un nuevo sistema de defensa aérea de corto alcance.

La defensa aérea es crucial para la protección de las unidades militares y la infraestructura. La cooperación entre Alemania y Noruega fortalecerá la capacidad de defensa aérea de Ucrania, complementando las donaciones anteriores y reduciendo la brecha en la defensa aérea de corto y medio alcance. Esta inversión es importante para una Ucrania más segura y para proteger la vida de los ucranianos.